Entrevista
05/02/2018
Entrevista: Felipe Morandé Entrevista: Tere Quezada Fotografía: Pepo Fernández
Entrevista: Felipe Morandé Entrevista: Tere Quezada Fotografía: Pepo Fernández
05/02/2018

Los vínculos musicales de Cazeria Cazador

– Hoy en día, cualquiera que tenga un computador puede hacer música electrónica – asegura Alejandro Briones, más conocido por su nombre de pila: Aurelius98, co-fundador de Cazería Cazador, un colectivo de música que en tres años se ha convertido en uno de los más interesantes por este lado del mundo.

– CZCZ es, principalmente, un sello discográfico de música electrónica. Hacemos fiestas, lanzamos música y tenemos en mente varias cosas que queremos empezar a hacer. CZCZ es algo que está en permanente construcción porque ahora somos, entre comillas, una empresa armada por amigos y gente que se apaña, que no sólo muestra el trabajo que hacemos, sino que demuestra que todos somos capaces de hacerlo – vuelve a asegurar Alejandro. Y tiene razón, todos pueden hacerlo.

– El 2015, en segundo año de Ingeniería en Sonido, con mi compañero y amigo Matías Contreras decidimos armar un sello. Queríamos hacer algo nuevo, no seguir el parámetro clásico, porque nos dimos cuenta del potencial de internet. Con internet está todo a la mano. Primero, todo es gratis y, segundo, todo depende de ti, de cómo te mueves.

Con una apretada agenda que incluye lanzamientos de los artistas del sello a través de Bandcamp y Soundcloud la organización de fiestas clandestinas en distintos espacios de Santiago y la realización de distintas colaboraciones con artistas internacionales, han logrado llamar la atención del medio. Es por eso que fueron incluidos por la lista de mejores sellos de música electrónica del 2017 que prepara la revista especializada Mixmag todos los años.

¿La clave de su éxito? La autogestión, buenos ritmos y acceso a internet, plataforma que ha democratizado el acceso y la producción de la música, sin la necesidad del apoyo de grandes sellos.

 

 

Alejandro Briones a.k.a. Aurelius98 (23 años)

Co-fundador y Artista de CZCZ

 

Cuando tenía como 14 años y estaba buscándome a mí mismo empecé a escuchar mucha música. Mi papá también escucha mucha música, principalmente rock y hip hop. Esos fueron mis comienzos hasta que me di cuenta del amplio mundo de la electrónica y me empezó a interesar mucho porque este es, claramente, el género musical o área donde hay más desarrollo a futuro. El rock sigue siendo lo mismo hace muchísimo tiempo, casi en todo se siguen usando los mismos elementos y metodologías, menos en la electrónica.

Partí poniendo música a los 17 años. En esa época, mi papá tenía un gimnasio de crossfit y una vez al mes hacía un evento con música. No me consideraba DJ, pero siempre ponía música en esos eventos y en reuniones familiares. Hasta que un día, una persona que iba al gimnasio se acercó a mi papá mientras yo tocaba y le preguntó si era DJ, él dijo que sí y esta persona me ofreció una pega: poner música en su tienda los fines de semana. En ese entonces no tenía equipos, así que pedí plata prestada, los compré y estuve en eso 4 años.

En esa época apenas conocía de fiestas o de la «escena», hasta que conocí a Matías (Contreras) en la universidad, tenemos gustos musicales parecidos, y empezamos a salir harto, conocer gente y lugares. En esas fiestas conocí a un montón de personas que hacen cosas que me gustan porque encuentro que son reales. Después, empecé a producir música de manera más dedicada, hasta que un día se la mostré a Matías y él me ofreció ayudarme con la producción. Él, en ese momento, había trabajado en un par de producciones, sabía de composición y producción, sabía mezclar, muchas cosas que yo en ese momento no manejaba bien. Juntos trabajamos en mi primer disco  y, con eso, en el concepto de lo que posteriormente sería CZCZ.

 

 

Tomás Ruiz a.k.a. Russell, (27 años)

DJ, productor y RRPP de CZCZ

 

Pasé mi infancia en Detroit, donde iba con mi familia a Techfest, el festival del techno más grande del mundo. Ellos siempre me potenciaron una beta más artística, que para mí era pintar y dibujar hasta cuando llegué a Chile y me desencanté con el arte. Como siempre supe que quería ser independiente y hacer mi wea, estudié una carrera técnica: Producción Multimedia. Por ese lado llegué a la música, a través de esos programas digitales que te permiten ver cómo funciona. Al aprender a interpretar los padels matemáticos visuales, vas escuchando y aprendiendo. No me veo como músico, porque no lo soy. Me gusta la música, soy DJ, pero me gusta todo lo que está detrás de la música.

Conocí al Ale después de que sacara su primer EP. En esa época, yo tenía un programa de radio junto a Chris Goldstein que se llamaba Sistem Jam en la World Wide FM y como nos gustó mucho la música del Ale, lo invitamos al programa. Después, empezamos a recibir feedback de otros lados del mundo. ¿Quién es Aurelius? ¿Qué hace? Nos empezamos a juntar y termine metido en el sello.

 – Alejandro: Ese verano, pasando del 2015 al 2016, fue bacán porque nos hicimos inmediatamente amigo y carretiamos caleta.

– Tomás: Pero todo relacionado con la música. Buscando instancias para tocar, conociendo gente. Yo por primera vez encontré un equipo. Nosotros cachamos que se armó un equipo. El Ale y el Matías tenían claro la idea del sello, entonces yo ahí pude poner mi parte no más. Cada uno aportaba para remar al mismo lado, pensando en un Santiago que es súper chico. Entonces, cuando definimos qué necesitamos hacer, lo hacemos. Es muy fácil cuando trabajas con gente que lo tiene claro porque cada uno hace su parte. Después entró el Mucho Sueño (cuarto miembro de CZCZ), que también es excelente músico y artista, sacó su disco por CZCZ, fue un éxito y tiro todo para arriba. Yo también pude sacar mi disco. Antes, otros sellos me ofrecieron sacar música, pero nunca pasaba nada. En CZCZ, si pasaban cosas.

 

 

¿Qué tan compleja es la gestión?

– Alejandro: Es siempre llegar y hacer.

– Tomás: El tema es tener gusto y experiencia. Porque hay músicos que hacen cosas, pero no tienen experiencia de lo que pasa en otros países o con las mismas personas que están en un antro a las 9 de la mañana escuchando tu música y que les hace sentir emociones.

– Alejandro: El proceso es siempre observar, sentir, procesar, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer y luego mirar para atrás y preguntarse, ¿qué es esto? Porque ahora mucha gente, que tiene tanto acceso a información dura, dice “ya, yo quiero hacer house o esto otro”. Y es, hazlo, haz lo que a ti te salga bien, fácil, natural, te salga de adentro, que conecte con el resto y recién ahí ponle un nombre. Pon el título al final de la historia, no al principio porque si no vas a condicionarlo porque vas a querer pretender hacer algo que no necesariamente va a funcionar. A veces resulta, pero a veces no. Y con los géneros y la música es lo mismo. Toda la gente es como “¿qué músicas tocas tú?”. No tengo idea, yo digo música electrónica que es algo súper amplio. Es decir, yo hago música que se hace gracias a la electricidad. El resto son construcciones culturales.

 

Mucha gente los conoció por la fiesta que hicieron con Nicolas Jaar ¿cómo fue eso?

– Alejandro: Nicolás me empezó a seguir en Instagram. No me acuerdo si el Tomi o Matías me dijeron que le hablará y obvio, lo saludé. Fue justo en el momento que Fauna anunció que iba a tocar en Chile, él me contó eso y que me quería conocer porque le gustaba la música.

– Tomás: Se creó un vínculo por Instagram. Dio a entender que había un interés por el sello, la música, especialmente del Ale. Por ende, quería que estuviéramos involucrados en su fecha acá en Chile.

– Alejandro: Le pidió a Fauna (productora a cargo de su visita a Chile) si nosotros le podíamos abrir el show y posteriormente nos pidió que le organizáramos una fiesta privada, under en Santiago. Le faltaba esa arista, porque el único contacto que tenía con Chile era través de algo súper oficial y él quería sentirse más parte, creo, de la otra escena santiaguina. Hicimos la fiesta, fue una locura.

– Tomás: La producción no fue fácil. Fauna tenía un show original que se agotó y por la demanda, anunciaron una segunda fecha. Había mucha atención y el espacio es limitado. Esa fecha fue súper representativa de CZCZ porque ocupamos la estrategia de comunicar a último momento, manteniendo todo oculto, que nadie sepa, hasta el último momento.

A Nicolás lo conocimos de manera más humana. Obviamente es uno más y él quería saber de nosotros, del sello, de Chile, de qué estaba pasando. Fuimos los invitados porque también estábamos en un momento peak. Recién habíamos empezado y éramos lo bueno, lo nuevo, lo fresco y hay que seguir así. Todo esto va ayudando a que se mantenga ese nivel.

 

 

Además, han traído a hartos DJs de afuera a tocar a Chile. ¿Cómo lo hacen?

– Alejandro: Creo que el chileno no tiene tan claro el potencial que tiene, se tira para abajo, en vez de para arriba. Entonces, la gente no cree en la posibilidad de conocer a un artista que ellos admiran o que están siguiendo. No lo ven como algo que pueda pasar gracias a las vueltas de la vida en que uno puede conocer a una persona y filo, resulta ser un gran artista. Para mí, esa barrera nunca ha existido. Nunca me he puesto en la situación de nunca voy a conocer a esta persona, de nunca voy a llegar a este nivel, porque la verdad, es que no tienes idea.

 – Tomás: Es cuatico lo que nos ha pasado. De llegar a juntarnos con gente que de verdad veíamos tan lejanos. Florian Kupfer para mí es un referente máximo. Es un DJ alemán que toca en Tokyo, Australia, de aquí para allá, y se tatuó CZCZ, ¿cachay? Él vino para acá, se juntó con nosotros, tocamos con él, compartimos ese lado más humano, compartió con nosotros música que no ha sacado por ningún sello y que tengo yo en mi pendrive. Esa es la música que toco en mis sets y todo se origina de vínculos que los veía muy lejanos.

 

¿Pero por qué Florian Kupfer vino para acá?

 – Tomás: Se hizo un vínculo virtual. Luego se hizo la gestión y lo trajimos . Y le paso al Ale también con Mike Banks de Underground Resistance

 

¿Quiénes son ellos?

– Alejandro: Underground Resistance es el colectivo que formó Mike Banks  y Jeff Mills de Detroit. Tienen un carácter súper político y crítico, tanto de los sistemas gubernamentales, como de la sociedad en general. Para ellos, la música es sagrada y la ocupan como arma para cambiar el mundo. Se hicieron muy conocidos porque Dimitri Hegemann los fue a buscar a Detroit para que pongan música en el Club Tresor, del que es fundador.

Dimitri es un alemán del este y tiene todo ese background de la guerra y sufrimiento. No sé cómo conoció a los Underground Resistance, pero les dijo: “me encanta su música, creo en ustedes, y lo que hacen es lo que la juventud de Alemania del Este necesita”. Fue súper visionario en ese sentido.

Underground Resistance tocó en el Fauna Primavera del año 2016 y el Tommy estaba de attaché y se hicieron amigos.

– Tomás: Les mostré el tatuaje de Detroit que tengo, les dije “soy de ahí”. Iba a comer con mi familia al mismo restaurante que van ellos. Al tiro se dio una cuestión muy cómoda, muy natural.

– Alejandro: Pasó que como estábamos tocando, teníamos acceso al backstage, y fuimos a conocerlos. Cuando los saludamos fue como “wow, acabamos de cumplir un sueño de la vida”. Todo fue sin pretensiones de generar vínculos. Uno se plantea como él está allá, yo estoy acá. Soy el fan. Justo antes de irse nos dijeron “cabros, bacán lo que hacen, Tommy nos recibiste bacán, si algún día están en Detroit, llámennos” y nos dieron su tarjeta.

El año pasado fui a Detroit y, sin escribirles, fui a las oficinas HQ de Underground Resistance porque ahí está también el «museo del techno». Es una pieza que tiene las primeras máquinas, toda la historia, y cualquier persona puede ir, es gratuito. La visita guiada la hace el John Collins (UR)  y se coordina por email, con la dirección que sale en la página de internet, todo súper accesible. Cuando fui, estaba solo, nadie fue ese día. Tenía a John para mí y le pregunté sobre todas las dudas que tenía porque quería entender como realmente fue todo y él me dio datos muy interesantes. En eso, pasó caminando Mike Banks y lo saludé. Él se acordó de mí.

Empezamos a conversar, me ofreció vender los vinilos en la tienda y a mostrarme la ciudad. Salimos en auto a recorrer barrios de la ciudad mientras me explicaba cómo los organismos mantienen controlada a la gente, especialmente pobre y negra, manipulándolas y manteniéndolas ocupadas con todas las botillerías e iglesias que hay en todas las esquinas. Pecador anda a llorar tus pecados a la iglesia y después anda al bar a emborracharte, pégale a tu señora en la casa y listo. Así se perpetua ese círculo.

 

 

Encuentro súper impresionante lo que están contando. Cómo logran conocer a los artistas que para uno eran imposibles de conocer.

– Alejandro: Nosotros también lo veíamos como algo imposible.

 

A ustedes les importa esto de generar relaciones con los artistas que conocen.

– Alejandro: Es lo más importante porque esto va más allá de la música. Te topas con personas, que, de una u otra manera, también tienen misiones relativamente parecidas a las tuyas, a pesar de que estén en otros niveles, en otro tiempo, en otras configuraciones geo políticas, pero al final eso es secundario. Hay mucho que compartir.

 

Igual ustedes lo hacen desde la escena, no de una compañía, de una empresa.

– Alejandro: Pero si me preguntas a mí, si pudiera tener una empresa, lo haría. Tener los medios para poder traer artistas, organizar festivales, etc.

 

¿Cómo son los artistas que les gustan?

– Alejandro: Los más piolas, por lo general, son los mejores. Es primordial persistir en la línea que uno crea que es la correcta y trabajar en eso, aunque todos crean que estás equivocado y eres un imbécil, persistir. Al final, el más terco, el más persistente, el que sigue en su línea a pesar de que todos le dicen que está equivocado, es el que se logra hacer responsable de lo suyo y es capaz de llegar hasta las últimas consecuencias. Hay que tener una visión y darle. Cualquier visión va a ser correcta, si tú mismo te la planteas como correcta y la haces realidad. Como este huevón que empezó a pintar cuadradas las caras, la gente no lo entendía y decía «es pésimo”, y al final, de ahí salió el cubismo. El huevón tampoco tenía tanta claridad, pero cuando desarrollas tu arte por tanto tiempo, también vas desarrollando una visión que va a ser correcta, mientras para ti lo sea y lo hagas realidad. Tampoco hay que tener tanta claridad, hay que hacer.

 

Igual en Chile hay hartos pitutos.

– Alejandro: En Chile hay harto pituto para todo, pero con la música te los puedes saltar. Los vínculos musicales son reales y es lo que genera más sentimientos sin la necesidad de tener ningún tipo de conocimiento ni pituto. Es 100% me gustó o no me gustó. Si la música te gusta y te causa emociones, te quedas ahí, es bailar o no, da lo mismo quién está tocando. Creo que no existe ninguna otra forma de arte que llegue a tanta gente y te emocione tanto como la música.

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