19/10/2018
Texto: Francisco Pérez Fotografías: Marcuse Xaverius
Texto: Francisco Pérez Fotografías: Marcuse Xaverius
19/10/2018

La María: El teatro como acto de rebeldía y resistencia brutal

 

Alexandra Von Hummel y Alexis Moreno son pareja y fundadores de la compañía ‘Teatro La María’, con la que junto a otros cuatro actores han realizado 19 obras desde 1999 – lo que se traduce en una obra al año, productividad a todas luces respetable en un ambiente tan inestable como el teatral chileno – en las que han abordado distintos hechos sociales y/o políticos con un agudo e hilarante humor negro.

Se declaran amantes de lo absurdo y del gore, sello que se mantiene en sus trabajos. Ejemplo de eso son “La Tercera Obra”, que narra una historia de terror que une la sociedad alemana previa a la Segunda Guerra Mundial con la chilena contemporánea; o “El Hotel”, una historia que ocurre al interior de una instalación que está en la Antártica y tiene como huéspedes a un grupo de militares que son culpables de crímenes de lesa humanidad en dictadura, pero que no sienten culpa porque tienen Alzheimer y no se acuerdan, pasando sus días celebrando cumpleaños inexistentes; o con “Trauma” que cuenta la historia de matrimonio entre la mujer que trabajaba como la Monga de Fantasilandia y su esposo, él que muere , en el momento exacto que ella le desea la muerte durante una discusión. ‘Mis máximos referentes son Nick Cave, las películas de zombie malas, el cine barato y Los Simpson, porque creo que ahí hay un lugar de inteligencia y lucidez brutal. Me fascina el absurdo, hay escenas que las solucionamos desde esa mirada que descoloca a la gente”, señala Moreno.

Actualmente están presentando Fe de Ratas, una obra que retrata los abusos sexuales al interior de la iglesia y el Sename. Conversamos con ellos sobre sus casi 20 años de trabajo y de su pasión por hacer teatro. “Esta obra la levantamos sin ningún peso ¿Por qué hacemos esto? El teatro es otra forma de reencontrarse, es una forma de resistencia. Yo no creo que hagamos esto por amor al arte, es por adicción a una experiencia. Lo sentimos como una droga, es adrenalina que quieres vivir una y otra vez”, comenta Alexandra.

 

 

La escena del teatro – y de las artes en general – es súper sacrificada, pero ustedes se mantienen activos produciendo una obra al año, ¿cómo logran ese ritmo de trabajo?, ¿cómo se financian?

Alexis: Casi la totalidad de nuestra compañía trabaja vinculada al mundo del arte, prácticamente el 100% de la compañía tiene labores docentes en escuelas de teatro y universidades. Existe un piso, una base que te permite hacer teatro y tenemos otros incentivos, algunas experiencias que aumentan la adicción, como viajar, porque gracias al teatro hemos viajado mucho.

Qué pasa con la gente que ve las obras, ¿a quienes les interesa llegar?, ¿les gustaría llevarlo al cine o a un medio donde lleguen a más personas?

Alexandra: A mi me interesa llegar a la mayor cantidad de gente posible. Si hacemos una película queremos que sea bajo nuestro formato, podríamos hacerla en una sala de teatro o proyectarla en una casa abandonada, pero en el fondo es el ansia de hacer, más que estar dentro de un formato.

Alexis: Tenemos un proyecto para hacer una película, en máximo dos años, pero tengo que terminar bien el guion.  La idea es probar, ver que pasa si llevamos nuestro lenguaje teatral a algo audiovisual.

Sus obras nacen desde el acontecer nacional, ¿cómo logran llegar a un público global?, ¿qué tan distinto es el público nacional al del resto del mundo?

Alexis: Es súper distinto, a veces para bien y otras para mal. Al final, independiente del lugar geográfico el público responde a la intensidad en presente de lo que es una obra. Cuando estuvimos en Francia presentando ‘La Tercera Obra’, que es una clara referencia a Pinochet, la reacción del público era mucho más culta que acá. Había funciones que eran un carnaval y otras silencio absoluto, entonces ¿cómo lo entendemos?

 

 

 

En la mayoría de sus obras tratan diferentes abusos de poder desde el humor negro, tomando como punto inicial un hecho real y reciente en Chile. Ejemplo de eso: la iglesia con niños abusados, la política con su burocracia, abogados corruptos que defienden la causa mapuche, entre otros.¿Desde entonces, creen que ha habido algún cambio en Chile?

Alexis: Yo creo que ha cambiado, pero para peor. Uno con sus obras plantea críticas o mirada de mundo, sin un objetivo pedagógico. No queremos usar el teatro como elemento de transformación positivo para la sociedad, queremos dar cuenta de lo que está pasando. Es la forma en que queremos compartir la realidad a través de la sublimación artística, a partir de la creación.

Alexandra: Para nosotros el teatro no es un espejo de la realidad, hacemos aparecer otra realidad que tiene que ver con la ficción, y esa ‘realidad creada’ se suma a la realidad.

Entonces, ¿creen qué el arte tiene el poder de cambiar las cosas?

Alexandra: Sí, pero de otra forma. Nuestro público es gente que admiramos mucho y que no tenemos que enseñarles, si el arte puede cambiar algo es porque suma estas otras realidades, otras configuraciones de ver el mundo, experiencias estéticas que hacen que se complete desde otro lugar, desde un discurso que pasa por una composición sensible porque excita los nervios básicamente.

Alexis: Yo creo que sí se puede cambiar, como un acto de rebeldía y de resistencia brutal. El ser humano puede ser mejor gracias al arte. El arte es el único rincón del conocimiento actual que posibilita una transformación del ser humano ¿a qué plazo?, a uno largo que no lo veremos nosotros, ni nuestros hijos, ni nuestros nietos.

 

 

 

¿Qué piensan de las redes sociales?

Alexandra: Creo que sirven mucho, pero hay cosas que me parecen extrañas, como la necesidad de opinar a través de la red social, sacarse fotos y subirlas, existir a través de. Sin juzgarlo, me llama la atención. ¿De qué se trata esta nueva manera de relacionarse?

Las nuevas generaciones nacieron con ellas y la forma de enfrentarlas para ellos va a ser distinta a la nuestra, y esta moral que se aplica a nosotros, no corre para ellos.

Alexis: Yo creo que son un cambio de paradigma en la forma de relacionarse socialmente y su llegada ha sido tan explosiva que aún no se entiende el fenómeno. Desplazaron la televisión y la prensa, comenzando a asomar una nueva forma de comprender al tipo que antes era invisible.

Su uso irá evolucionando de aquí en adelante, porque no comprendemos todo el espectro, pero creo que este fenómeno es beneficioso especialmente en difundir y generar alerta en distintos temas, la única democracia existe ahí y es tan democrático que no tiene control ¿quién se hace cargo de qué?

 

 

Dentro de los fenómenos que se han potenciado dentro de las redes sociales se encuentra el feminismo. Este año la sociedad chilena comenzó a protestar por abusos sexuales, acoso y actitudes machistas al interior de diversas universidades exigiendo una educación no machista. El resultado fue la toma de distintos establecimientos, marchas con miles de asistentes y varios profesores destituidos de las aulas.

En una entrevista del año 2011, Alexis aseguró que ‘’las mujeres quieren los privilegios del masculino en vez de defender una postura propia. La historia nos enseña que el oprimido quiere ser como su opresor…’’ y siete años después su postura no ha cambiado tanto. ‘’En más del 90 por ciento de nuestras obras las protagonistas son femeninas, pero no para darle cabida a la mujer, ni denunciar al machismo. Yo las concibo como seres humanos que tiene las mismas posibilidades y opciones que cualquier otro. Yo no me considero feminista, porque para mi hombres y mujeres son lo mismo. Los seres humanos son oprimidos por un sistema perverso’’, asegura.

 

 

 

Para los directores de La María, no es necesario crear una obra de carácter específicamente feminista, porque creen que puede prestarse para el marketing. ‘’En general uno tiende a pensar que las mujeres en otras épocas eran sumisas, fomes y que no les pasaba mucho. Entonces más que hacer algo de temática feminista y dar un mensaje, yo lo tomo según como se concibe el rol femenino dentro de cualquier obra. Yo aliento a mis alumnas a interpretar a una mujer a toda raja, les pregunto, ‘¿qué mujer quieres ser tú?, ¿tu admirarías una mujer así?’, señala Alexandra.

Finalmente, ¿cuáles son los nuevos proyectos que se vienen para la compañía?

Alexandra: Además de seguir montando Fe de Ratas, estamos nuevamente invitados a un festival de Japón, donde antes fuimos con ‘Persiguiendo a Nora Helmer’. Durante el próximo año vamos a presentar nuestro nuevo proyecto, ‘El Pato Salvaje’ de Ibsen.

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