23/11/2018
23/11/2018

Ch.aco 2018

Lo que partió como un pequeño encuentro de galerías locales en el Club de Planeadores de Vitacura, en diez años se ha convertido en el principal evento de arte contemporáneo en el país. Este año la fería reunirá a más de 60 galerias de 15 países, entre ellos Estados Unidos, China, Venezuela, Francia, Alemania, Reino Unido, México, España, Ecuador, Colombia, Argentina, Perú y Chile.

Al igual que en los tres años anteriores, la feria tendrá la sección Planta que busca visibilizar a las nuevas generaciones de artistas y los modelos de gestión basados en la colaboración, congregando galerías de Chile (The Intuitive Machine, TOC, WORM y Sagrada Mercancía), Argentina (Piedras y Lateral), Perú (María y N.AS.A.), Ecuador (+Arte) y México (PAPI).

Carolina Castro ha estado a cargo de la curatoría de Planta durante los tres años que se ha realizado y en está oportunidad esta trabajando en conjunto con Matías Allende, Licenciado en Artes en la Universidad de Chile, quién quedará a cargo a partir del próximo año.

Sobre cuerpas fronterizas, Romina Chuls (Perú)

¿Cuál es la importancia de Planta en Ch.ACO?

Matías: Agrupa proyectos latinoamericanos independientes y auto gestionados con la misión de generar nuevas infraestructuras para la visibilización del arte contemporáneo actual. Esta es una investigación cerrada, es decir, no abrimos convocatoria a diferencia de otros barrios jóvenes y ferias de arte contemporáneo. Nosotros les planteamos lo que buscamos y los invitamos para que nos propongan dinámicas de auto subsistencia.

 

¿Qué toman en cuenta al momento de armar la curatoría?, ¿tienen puntos en común más allá de que trabajan con artistas jóvenes y son más ajenas a las grandes galerías de arte?

Carolina: Ser “alternativo” no es sinónimo de juventud. Prefiero no pensar en esa palabra, ya que en muchos casos los proyectos que participan en Planta y sus artistas son los mejores representantes de su ciudad o país. Hay que tener en cuenta que en Latinoamérica, sobretodo en la zona caribe, la carencia de instituciones culturales es enorme por lo que lo “alternativo” a veces se vuelve lo oficial. Lo más importante al armar la curatoría de Planta es esto mismo, la fuerza discursiva de los proyectos en relación a su escena local y en eso está implícita la calidad de las obras.

Matías: Este año hay proyectos que son de Guayaquil, Tucuman, Valparaiso y otras ciudades que no son capitales. Estos proyectos se desenvuelven y circulan de la manera que les permite su propio contexto, es decir no es simplemente un lugar que esté consagrado o que tenga un alto nivel de resonancia local o internacional, sino que permean sus estructuras a nivel local y eso es lo que nos interesa. Queremos saber cómo se trazan puentes entre cada una de las estrategias de subsistencia de sus proyectos.

 

Cirrus, José Eduardo Barajas (México)

 

 

AMDM, Valentina Ratto (2017)

¿Qué experiencia estética busca entregar la selección Planta?

Matías: Lo que tiene que producir es un cierto desconcierto, porque hay nuevos procedimientos que se están poniendo a la luz. Ese desconcierto remite directamente a un misterio de lo que vendrá o de lo que empezará a sonar dentro de las prácticas de arte contemporáneo. Por otro lado, yo creo que es importante que, al trabajar la región latinoamericana, hay algo que no podemos olvidar que es la fiesta. El latinoamericano tiene una relación muy particular con el festejo, lo que creemos que no es solo una instancia misteriosa, sorprendente y desconcertante, sino también es una ocasión de celebración que mezcla humor. Ir a planta es ir a pasarlo bien.

 

Han trabajado en varios proyectos artísticos de Chile, España, Argentina, etc. ¿Qué tiene Ch.ACO de especial versus otros de sus proyectos?

Carolina: No es lo mismo curar en una feria que curar en un museo. En ambos casos hay investigación de por medio, hay una selección, en el caso de Planta, de espacios y/o proyectos que tiene la característica de ser iniciativas cuyo objetivo no está centrado en la venta de obra sino más bien en la generación de un discurso. En ello las obras son fundamentales, pero Matías y yo no tomamos las decisiones finales sobre las obras, sino que delegamos eso a los directores de cada proyecto. Es un trabajo colaborativo.

 

Especies verticales, Sofia de Granade (Chile)

 

 

A la mayoría de las personas les resulta muy difícil de entender el arte contemporáneo. ¿Por qué creen eso?

Carolina: hay que estar abierto a una infinidad de significados. El arte es polisémico, es transformador y hay que estar abierto a esas posibilidades.

 

Matías: Las obras de arte, en general, buscan producir algo más que ser entendidas. Cuando el publico dice no entender el arte contemporáneo, visibiliza un problema que no es de ellos, sino de nosotros, ya que como agentes culturales deberíamos hacer la mediación entre el gran público y el artista. Las obras de arte, en general, no son para entenderla, sino que buscan producir algo. Por eso cuando el público dice no entender el arte contemporáneo, no es problema de ellos, no tiene que producir un entendimiento, porque para eso están los libros de ensayo, los documentales, la obra de arte es el despliegue de preguntas, la subjetividad de un artista que interpela las preguntas y la subjetividad de otro sujeto y de otros muchos sujetos los que pueden no entender o encontrar que la obra es rara o fea. Eso es estar interpelando a alguien. Si tú pasas por el lado de una obra y no la miras, ahí hay un problema. Pero encontrarle algo significa que algo está pasando, algo bueno.

 

¿Cómo definiría el arte contemporáneo en una palabra?

Matías: Estas preguntas son muy difíciles…. Mmmmmmm, ya sé. Misterio.

Carolina: El lenguaje es muy limitado el arte es libertad, es una experiencia radical.

 

Los accidentes laborales, Liv Schuman (Argentina)

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