09/01/2020
09/01/2020

Los imperdibles de Santiago a Mil 2020

 

 

Mano de obra, Chile 

Vuelve a las tablas un clásico del teatro Chileno basado en el libro de Diamela Eltit (Premio Nacional de Arte 2018) y con la dirección del reconocido Alfredo Castro. Con el mismo elenco de su estreno en 2003, este montaje muestra el progresivo deterioro de las relaciones de un grupo de empleados de un supermercado que comparten una casa y son acosados por el temor a la cesantía.

Una historia de relaciones basadas en el poder y la dependencia, que a medida que empeoran, develan los contrastes entre la clase y el sistema actual.

El público tendrá uno de los principales retos: no solo evaluar y definir si nuestras relaciones actuales han sido permeadas por las mismas causas de la génesis de este espectáculo, sino que también, consagrar o rechazar una riesgosa apuesta de re-montaje, donde el mayor desafío es, a 16 años del estreno y con todos los cambios sociales y tecnológicos, preguntarse si algo ha cambiado o todo permanece igual.

 

La persona deprimida, Argentina

Basado en el libro de David Foster, llega este monólogo narrado en tercera persona sobre la depresión patológica que vive y experimenta una mujer. El impacto para ella y su entorno se deja ver entre un relato sin límites, decididamente enérgico y lacerante, con la intensa interpretación de María Onetto, quien aporta profundidad y sutileza sobre una historia compleja en su construcción y en su tratamiento social.

En una cultura donde la búsqueda de la felicidad se ha convertido en un imperante, este montaje de Daniel Veronese se instala con una constante interpelación hacia los espectadores. Logra retratar una radiografía de los problemas de salud mental a través de un espectáculo muy íntimo y humano, donde una mujer llena de angustia no puede contar su dolor.

“La persona deprimida”, que desde su nombre ya apunta a la despersonalización del sentir, sin duda deja más preguntas que respuestas en el aire. Inquietudes profundamente personales que invitan a replantearse el cotidiano, nuestras relaciones sociales y las partes más oscuras de nuestro ser.

 

 

 

 

Dragón, Chile

¿Es el arte un agente de cambio social? Dragón explora, con ironía y crítica, en el rol de los artistas al enfrentar temas actuales y urgentes.

El grupo Dragón se junta periódicamente en un restaurante de Plaza Italia para planear y definir su próxima instalación artística. Sin embargo, esta vez han elegido un tema tan complejo que están enfrentados en un amargo conflicto que los está destruyendo. La única salida es hacer una nueva obra que restituya la confianza. Pero para ellos ya es demasiado tarde. La única salida posible es la creación a partir de la traición.

Este montaje, el más reciente del director y dramaturgo chileno Guillermo Calderón, pone en escena una reflexión sobre el papel político del arte y los problemas que surgen cuando hay que decidir desde qué vereda representar temas complejos, contingentes y urgentes en una obra artística. ¿Qué rol cumple —o debiera— cumplir el arte? es una de las grandes preguntas que abre Dragón al espectador, además de disparar una mirada crítica a la sociedad chilena y sudamericana.

 

 

 

Mocha Dick, Chile 

Una obra de aventuras, mitología ancestral y estimulación sensorial. Mocha Dick cuenta la historia de un grupo de marineros que se lanza a la búsqueda y cacería de este cachalote albino, famosa por defender a las de su especie y ser el terror de los puertos. Una travesía accidentada por los constantes sabotajes de un tripulante: Aliro Leftraru, quien impulsado por el mito mapuche del Trempulcahue, cree que es la madre de todas las ballenas.

Basada en la novela gráfica de Francisco Ortega y Gonzalo Martínez, esta adaptación de la compañía La Mona Ilustre es llevada a escena con grandiosos efectos visuales e integración de objetos que estimulan insertarse en un viaje marino al sur de Chile, movido por la ambición, el temor y la resistencia.

Con una marioneta de ballena de ocho metros de largo y dirigida por Miguel Bregante, Mocha Dick es considerada una explosión de creatividad.

 

Demasiada libertad sexual les convertirá en terroristas, Chile 

Vuelve el montaje que tuvo gran éxito entre jóvenes el 2019. Citando el título de un ensayo del cineasta y escritor Pier Paolo Pasolini, en esta performance-conferencia cinco jóvenes artistas y activistas sexo-disidentes analizan la construcción cultural de las violencias sexuales a las que han sido condenades.

Dirigida por Ernesto Orellana, este espectáculo provocador se convierte en un arma política desde el cotidiano activista de las personas interpretes, pero también desde la puesta en escena con sus testimonios como herramienta y sus cuerpos como territorio de exploración, alejades de la marginalidad instalada desde el patriarcado y la heteronorma. Un montaje sumamente social y emocional, que invita a conocer estos conceptos, pero también lo que los sostienen, como el dolor, la búsqueda, la juventud y la comunidad.

 

 

Estado Vegetal, Chile

La directora y dramaturga Manuela Infante explora el revolucionario reino vegetal en esta pieza que hoy recorre los principales escenarios teatrales del mundo.

Estado vegetal es un monólogo polifónico y exuberante. Su protagonista es una mujer, que no es un individuo; es una multitud, un enjambre. Esta no es una obra animal, es una obra vegetal.

Basándose en el pensamiento revolucionario de filósofos de las plantas como Michael Marder y neurobiólogos vegetales como Stefano Mancuso, la obra explora en los modos en que nuevos conceptos como la inteligencia vegetal, el alma vegetativa o la comunicación vegetal pueden transformar nuestra práctica creativa.

Estado Vegetal ronda incansablemente alrededor de un diálogo imposible, el de los seres humanos y las plantas. Un diálogo fallido con la naturaleza que es, quizás, nuestro monólogo más innato.

 

 

 

 

Kassandra, Chile

El actor chileno Lucas Balmaceda le da vida, emoción y vulnerabilidad a Kassandra, inspirada en el mito griego y actualizada por el dramaturgo uruguayo Sergio Blanco.

En la mitología Griega, Casandra es una princesa de Troya y sacerdotisa del dios Apolo, con quien pactó, a cambio de un encuentro carnal, concederle el don de la profecía. Tras rechazar el amor del dios, este la maldijo escupiéndole en la boca, por lo que seguiría teniendo su don, pero nadie creería jamás en lo que saliera de su boca.

Kassandra, la obra, es un unipersonal escrito en un inglés precario, en el cual la renombrada heroína troyana cuenta su historia y desmitifica su propio mito. El personaje de Kassandra, en el texto del dramaturgo uruguayo Sergio Blanco –también presente en Santiago a Mil 2020 con su última obra, Cuando pases sobre mi tumba–, es una migrante contemporánea que vende productos de contrabando en un pub clandestino. En él narra su particular periplo sobre sus historias pasadas y hace una crítica descarnada de la realidad actual: sobre nuestras insoportables guerras, nuestras infortunadas Troyas, nuestros exilios inevitables, nuestros Aquiles de alta tecnología, nuestros Héctores martirizados, nuestras nuevas cartografías, nuestras Helenas de lujo y nuestras barbaries impunemente mediatizadas.

 

 

La Flauta Mágica (Die Zauberflöte), Alemania, Chile, Italia, México y Uruguay 

Con nada menos que su estreno mundial, llega a Santiago una relectura «muy latina» de la ópera más famosa del mundo estrenada en 1791 por Wolfgang Amadeus Mozart y Emanuel Schikaneder.

En esta adaptación, el compositor chileno Horacio Salinas (Inti Illimani) está a cargo de la música, la cantante mexicana Julieta Venegas de las letras de las canciones, y el reconocido dramaturgo y guionista nacional Guillermo Calderón, del guión de la obra.

Por su grandioso equipo interdisciplinario y la atrevida decisión de desafiar las convenciones tradicionales de la ópera, este musical dará que hablar ya sea por la experiencia profesional del espectáculo o por el lenguaje latino que puede llegar a instalar para futuros proyectos.

 

 

 

 

 

 

 

Otros Relacionados