Baquelita: la belleza de lo Precario - Galio
10/10/2017
Texto: Felipe Morandé Fotografía y diagramación: Carolina Sandoval Registro Video: Era XVI Dirección de Arte: Andrés Lennon Dirección de Arte: Fernanda Montesi Maquillaje y pelo: Romana Modelos: Kelis WLM Modelos: Lilian @welovemodels Asistente: Karina Henriquez
Texto: Felipe Morandé Fotografía y diagramación: Carolina Sandoval Registro Video: Era XVI Dirección de Arte: Andrés Lennon Dirección de Arte: Fernanda Montesi Maquillaje y pelo: Romana Modelos: Kelis WLM Modelos: Lilian @welovemodels Asistente: Karina Henriquez
10/10/2017

Baquelita: la belleza de lo Precario

 

Dos semanas después de que el río Mapocho se desbocó, en abril del 2016, la diseñadora Fernanda Montesi ayudó a una amiga a recuperar lo que tenía en su bodega inundada. En un baúl plástico lleno de ropa encontró un vestido deshecho de seda que le encantó y su amiga se lo regaló. Inspirada en el arte japonés Kintsugi, que recupera cerámicas muy valiosas pero destruidas con un pegamento especial de oro, la diseñadora empezó a bordar los hoyos del vestido con hilos de oro. La filosofía detrás de esta técnica oriental dice que cuando un objeto ha sufrido algún daño, tiene una historia que lo hace más fuerte y hermoso, invitando a encontrar en nosotros lo que está roto, quebrado o defectuoso para así, encontrar la belleza en los lugares más insospechados.

 

A Fernanda siempre le ha gustado recuperar cosas, por lo que tiene un sin fin de prendas que guarda de la ropa usada o de amigas y justo cuando empezó a trabajar en el vestido de seda, la revista Ya la entrevistó sobre sus motivos para dedicarse al diseño de autor. A partir de sus respuestas llegó a la reflexión que la motivo a formar Baquelita, su nueva marca: darle una nueva vida a prendas hechas de materiales nobles que se encontraban en desuso por daños o errores en la confección y crear desde cero nuevas piezas con telas usadas.

 

 

La primera colección de Baquelita está formada por telas o prendas que Fernanda recuperó de la ropa usada o que fue encontrando de seda, lana y rayón. De manera paralela, formó el taller Baquelita – que agrupa a las marcas de diseño de autor Gonzalo Herrera, Nezdumal y Ropa y Ruda – donde además atiende a clientes que quieran arreglar prendas y en esa interacción ha aprendido de los arreglos, de la recuperación de la ropa y del error en la confección, integrando todo ese conocimiento en su marca.

 

 

 

Con la ropa que fue recolectando, se encontró con que muchas prendas tenían errores en su construcción y decidió ocuparlos como una oportunidad de diseño. Costuras mal hechas y pliegues en las extremidades se transformaron en recursos estéticos, unificando las prendas de su primera colección con detalles dorados que tienen que ver con la reconstrucción y el rescate de materiales rotos del arte japonés Kintsugi.

 

 

La primera colección de Baquelita recibe por nombre Precario porque es una palabra que se le aparecía en su vida una y otra vez. Para Fernanda, en Chile los materiales, la mano de obra y el mercado del diseño de autor es precario y el mundo se encuentra en la misma situación y en parte es por la industria de la moda que contribuye a destruir el planeta de una manera atemorizante.

 

“A partir de todo eso viene una reacción fuerte porque no quiero formar parte de ese círculo de destrucción. Por eso precario, porque todo es precario. La gente cree que precario es sinónimo de frágil pero el significado etimológico de precario es que es algo sostenido por plegarias y eso lo encuentro muy lindo porque tiene que ver con la fe, con creer en algo”, afirma Fernanda. “La colección tiene ese nombre, esa filosofía detrás y son prendas de calidad que demuestran que no es necesario seguir confeccionando ropa porque todo lo que ya existe se puede reutilizar”.

 

 

 

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