Impresionante: la feria que reúne más de 700 fanzines

La ola crece cada año. En su primera versión reunieron a 50 expositores y cerca de 4 mil asistentes, el año siguiente fueron 60 proyectos recibiendo a más de 6 mil visitantes y para esta versión (del 12 al 15 de octubre) son más de 70 los expositores que se reunirán en el hall del MAC, donde también habrá lanzamientos de libros, talleres de fanzines, coloquios y música en vivo (para conocer la programación ingresa acá).

Cuando los diseñadores Pablo Castro y Rodrigo Dueñas hicieron la primera edición de Impresionante fue porque sentían la necesidad de darle espacio a expresiones que no tenían cabida en otros lados. Y eso es lo que los sigue movilizando hoy: “queremos entregarle vitrina a discursos que van contra la corriente”, dicen mientras aseguran que mencionar que el impreso está muerto es una falacia.

Ambos creen fervientemente en la autogestión y mantener la independencia del encuentro fuera de los márgenes de la industria editorial es una prioridad, así como también configurar una red con sus pares latinoamericanos. “En un momento en que el modelo neoliberal homogeniza todo, estandariza y nos deja hablando de la misma serie en Netflix, Impresionante está para escuchar y ver nuevas voces y experimentos, y para eso hay que mantenerse al margen. Eso para nosotros es un valor fundamental”.

En tiempos donde las revistas y diarios están migrando del papel a lo digital ustedes apuestan por una feria de publicaciones y arte impreso. ¿Por qué esa decisión?

(P) Provenimos de la tradición de los oficios gráficos por lo que nuestro propio interés tiene que ver con lo impreso. Es nuestro objeto de estudio y fascinación. No dudo que para empresas y desarrollos relacionados con el libre mercado resulte mucho mejor esparcir su propaganda de manera digital, pero el ecosistema que constituye la publicación independiente nunca ha dejado de utilizar la tinta o el tóner sobre el papel para divulgar sus contenidos.

(R) A eso agrégale el fetiche por el objeto. El ser humano nunca dejará de querer los objetos, no se puede digitalizar todo. Tener un libro impreso, que además experimenta con el formato, no se iguala a lo digital. Lo digital creo que trata de parecerse a lo impreso, el kindle o el ipad tiene el tamaño de un libro. El objeto prevalece.

¿Cómo ha cambiado la feria en estas tres ediciones? ¿Qué han aprendido ustedes del arte impreso y de las ediciones independientes en este tiempo?

(R) Hemos aprendido que estamos en un territorio indefinido o que aún se está definiendo. El libro, como obra, está en el límite del arte y del diseño. La literatura lo ve como un objeto propio que contiene una obra, no lo piensa como un objeto en sí mismo, es algo que contiene otra cosa. Por eso valoramos el objeto, que se pone en tela de juicio, libros que no son libros, obras que son libros, diseño haciendo creación y no al servicio de otra cosa. También hay un mundo gigante por explorar, los artistas quieren hacer libros, hay gente trabajando artesanalmente haciendo cosas maravillosas y es posible editar y publicar de manera independiente. Todos tienen una voz propia.

Este año participaran cerca de 70 expositores, ¿cuáles son los criterios al momento de armar la convocatoria de Impresionante?

(P) Diversidad es la palabra que más se ha mencionado dentro del equipo al momento de explicar el porqué de nuestra selección. Queremos que el público acceda a una variedad de trabajos y proyectos creados desde diversas realidades y que involucran tanto el pensar y el producir como la identidad y el género. También queremos que se tenga acceso a una infinidad de formatos que van desde el fanzine y la publicación desarrollada utilizando fotocopias o risografía, hasta libros de artista y ediciones únicas que mezclan técnicas de impresión y encuadernación.

Además, esta edición es la más internacional, con cerca de 20 expositores que vienen de Argentina, Perú, Brasil y Bolivia. ¿Cómo ven ustedes la industria de la publicación independiente de Chile en comparación con la de esos países?

(R) Es importante que la feria tenga este carácter internacional porque nos permite ver donde estamos parados, y lo que vemos es que estamos todos juntos, en la misma sintonía. No existe una “industria” en ninguna parte de Latinoamérica, esto tiene que ver más con la autogestión, todos son autogestionados, se apoyan, comparten, colaboran. Creemos que en el Cono Sur hay un trabajo super integrado y eso se ve en la feria. Además, las editoriales chilenas viajan mucho, están en un circuito mayor que es el latinoamericano y eso está haciendo que desde Europa o Estados Unidos estén mirando hacia acá. Los autores y editores chilenos están muy vivos y en un momento muy rico.

En su sitio web hay una especie de manifiesto que en una parte dice «si nuestra voz es real será independiente. Si nuestro espacio no obedece será honesto» ¿Es un valor para ustedes situarse en los márgenes de la industria?

(R) Absolutamente. Es algo que hemos conversado mucho porque este año se incorporaron marcas como auspiciadores como es el caso de Vans y Redbull, que fueron muy generosos en no meterse en los contenidos y respetar nuestra independencia. Al ser todo desde la autogestión no existe una hegemonía, nos queremos distanciar de ello, mantenernos independientes para decir y hacer lo que queremos. Hay temas que nos interesan y que no nos podemos callar: hablar del rol de la mujer, hablar de política, valorar el arte bruto y espontáneo. El do it yourself (DIY) responde a una urgencia de hacer y de no obedecer. Nosotros venimos desde ahí.

El año pasado recibieron a cerca de 6 mil asistentes, lo que lejos de ser un público de nicho habla de un interés general de la población. ¿Cómo se entiende eso en un país que no lee mucho y que tiene uno de los impuestos al libro más altos del mundo?

(P) Resulta difícil de explicar este interés en el arte impreso y la publicación independiente. Creo que seguimos dirigiendo un proyecto para un segmento bien objetivo de la población que claramente se está expandiendo cada año. También es importante recordar que Impresionante se monta cada año en el Museo de Arte Contemporáneo, una institución patrimonial y que es de acceso liberado, un edificio público dedicado a que cualquier persona pueda entrar y tener acceso a vivir las experiencias que proponen sus salas.

¿Cuál es tu libro o fanzine favorito que has comprado en las ediciones anteriores de Impresionante?

(P) Difícil mencionar solo uno. Voy con una resumida lista personal: Kiltraza 0, con tapas de flexit reciclado de las salas de clases de la Facultad de Artes de la U. de Chile; Sonidero City de Mirjam Wirz, fotógrafa suiza que registró el entorno humano y visual de los sonideros mexicanos y picós colombianos; God Future de David Quilés Guilló, literatura abstracta pero con más sentido que cualquier novela contemporánea; Santi Nam Escupos II, una publicación sin título que es una serie de retratos hechos con los noodles de una sopa china; y Fanzine Vezinal de Editorial PLO.

(R) Para mi han sido pequeñas obras que experimentan con el formato. Los trabajos de Fernanda Aránguiz yAlejandra Valenzuela siempre me sorprenden, Conocer el trabajo de Cristian Toro de Ruin, un colectivo de Concepción que mantienen un espíritu rebelde con un diseño que parece europeo. Tenemos una colección super grande que hemos ido atesorando con los años en la que hay desde cosas míticas del desparecido colectivo Piña Ruda hasta pequeñas publicaciones de Alfredo Jaar. Es difícil quedarse con uno solo.