19/10/2018
19/10/2018

La performance de Isabel Felmer

 

 

En 1963 se abrió en el centro de Londres la tienda Biba, responsable de democratizar la minifalda de la mano de un discurso que incentivaba a las mujeres a no ocupar corse y a que tomen y bailen música poco convencional.

Fue una época gris, Europa aún está saliendo de la guerra y la sociedad es profundamente conservadora, pero pequeños indicios hacían presaguiar la revolución sexual y el hippismo de los 70. Entre ellos está Biba, principal referente de la última colección de la diseñadora francho-chilena Isabel Felmer.

“La ropa que vendían en Biba es muy parecida a la ropa que ocupo yo. Es una marca no muy conocida, no tiene mucha documentación, pero es muy atractica. Tiene mucho de art deco, de los años 20 y 60”, cuenta Isabel sobre esta marca, favorita de Twiggie, David Bowie, Brigitte Bardot y Yoko Ono. Además fue la principal inspiración para New Biba Femenina, colección que presentó en el Mercedes Benz Fashion Week y que complementa el universo teatral, glamoroso y femenino que ha creado la diseñadora reversionando propuestas de la década de 1920, 1950 y 1980 con su marca homónima.

“Quise hacer algo exciting, con emoción y contenido, que sea capaz de transportar al público a otras épocas”, afirma la diseñadora sobre su show dandole cabida a vestidos de seda y trajes de dos piezas con accesorios como turbantes, guantes, prendedores, rocetones y cintillos. Una serie de diseños elegantes, livianos, amplios y monocromáticos.

 

 

 

 

Las modelos fueron muy teatrales. ¿Qué instrucciones les diste?

No me interesa hacer una pasada, que es reiterativa actualmente, donde caminan hacia delante tan rápido que al final no se ve tanto la ropa. Prefiero algo más dócil, que se vea más el movimiento y por todos los ángulos. Me inspire en los desfiles de Yes Saint Laurent de los 80 y los de Montana, especialmente uno en el que las modelos mueven mucho las manos, como si fueran un mino.

 

¿Cuál es el discurso de esta colección?

Ser elegante.

 

La mayoría de tus diseños tienen un toques retro, ¿cuál fue tu época favorita de la historia de la moda y por que?

Los 80. Me gusta todo de esa época. Encuentro geniales las fotos que hacía Thierry Mugler y los shows de Claude Montana. Me encantan sus top models, Grace Jones, la chilena Claudia Huidobro, Christine Bergstrom que sale fascinante en el vídeo del tema « Slave to Love » de Bryan Ferry, mi cantante favorito. Un hombre muy creativo y elegante.

 

 

 

 

Nació en Berlín, pero vive entre Santiago y Paris. De profesión diseñadora teatral, su inicio en la moda fue cuando ganó el Encuentro de Moda Independiente de Chile 2005 con su primera colección, “Muñequitas Universales”. Una propuesta futurista muy distinta a lo que hace ahora y que incluía materiales como el látex, el plástico, el razo opaco y lanas bolivianas. Después de eso fue a París, donde estudió en la reconocida escuela de moda Studio Berçot y realizo prácticas en marcas como Lanvin y Bernhard Willhelm.

 

¿Dónde haces tu ropa?

La confección la hago en Chile. Trabajo con muy buenas costureras. Las telas las voy recolectando de distintas partes, varias de Paris y tengo unas de Bellavista Oveja Tomé (ex fábrica textil icónica de los 60 de la región del Biobío), que es lo que queda de buenas telas chilenas porque lo que ahora hay es plástico chino. Eso es un tema, cuesta encontrar buenas telas en Chile. Ahora quiero ir a Perú a comprar algodón.

 

 

 

 

¿Que es lo qué más te inspira de Chile?

En Santiago puedo captar cada cierto tiempo looks muy interesantes. La naturaleza chilena sin duda me cautiva mucho con su energía y colores grandiosos y místicos. Lo cual ha sido muy importante en mis procesos de creación.

 

¿Cuál es el mejor consejo que te han dado?

Lo leí en una entrevista que dió la diseñadora francesa Chantal Thomass y me hizo click. Dijo que cuando encuentras algo que amas hacer en tu vida, hazlo tu oficio, no lo sueltes, especializate en eso investigando y trabajando duro día a día.

 

 

 

 

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