Lo último que supimos de ti es que te ibas a San Francisco a reflexionar sobre tu trabajo y preparar la colección para celebrar los 10 años de tu carrera. ¿De dónde nació la necesidad de realizar esta pausa creativa? ¿Cómo fue tomar esa decisión?
La idea de San Francisco nació porque mi pareja vive allá y pensamos en cómo pasar más tiempo juntos. En paralelo yo venía sintiendo la necesidad de darme una pausa para concentrarme en crear sin distracciones desde hace unos meses. Me gusta tomar estas decisiones porque me reafirman la libertad que tengo de seguir armando un camino propio, un modelo de negocios alternativo en el que el valor del tiempo y la creación están por sobre todo, y como guía me ha funcionado bien. Creo firmemente en que donde más hay que trabajar es en la producción de ideas y conceptos, en vez de más y más prendas desechables. Estamos en tiempos donde el valor de la individualidad se expresa libremente a través del vestuario, y eso abre infinitas posibilidades a los diseñadores. Parte de mi trabajo es soñar y a eso me voy.
¿Cuáles han sido los principales aprendizajes de estos 10 años? ¿De qué manera se materializan en tu trabajo o proceso creativo actualmente?
Me alegra mirar atrás y sentir que he disfrutado todo el proceso, con miles de altos y bajos y dudas entremedio. Creo que mi mayor aprendizaje ha sido perseverar, saber vivir los momentos difíciles, sacar conclusiones, tomar decisiones y empujarme a seguir. El trabajo constante es fundamental aunque no se vean frutos a corto plazo, por eso disfrutar el proceso es tan importante. He aprendido que el trabajo con sentido es un pilar que da seguridad y satisfacción interior. Otro aprendizaje increíble ha sido trabajar en equipo con muchas personas talentosas, a combinar estéticas y lograr resultados increíbles; aprendes a confiar y ver desde otros puntos de vista.
¿Cuál es tu visión del mundo de la moda y del diseño de vestuario chileno actualmente? ¿Cómo te ves a ti misma, tu trabajo y tu sello dentro de este mundo?
Hablando del diseño de autor, creo que estamos en una situación “estable”. Son varios los diseñadores instalados con tiendas o puntos de venta con propuestas únicas e interesantes, y se ve un avance increíble en el área del calzado y accesorios. En moda, los eventos están lentos, son pocos y la consecuencia de la pérdida de revistas como vitrina impresa la estamos asumiendo este año. Aun falta un calendario nacional que reúna y organice las fechas en torno a los eventos de moda. Mi marca la veo estable y con un sello evidente: si bien estamos en constante proceso de búsqueda e innovación en cada colección, al mirar la cronología es fácil identificar el espíritu de la marca.
Con una de las carreras más consolidadas en Chile y América Latina, ¿Cuáles son los principales desafíos, ya sea personales y/o creativos, a los que te enfrentas en este momento?
Mi principal desafío e interés ahora es internacionalizar mi carrera. Quiero iniciar esta nueva década con una colección importante profundizando en mi lado artístico. Me interesa también realizar colaboraciones y proyectos multi disciplinarios para el futuro.
¿Qué consejo le daría la Lupe de hoy a la Lupe de 10 años atrás?
Que continúe trabajando siguiendo su instinto.
