17/07/2019
Entrevista: Colomba Molina
Entrevista: Colomba Molina
17/07/2019

Leo Adef y la nostalgia del sueño adolescente

 

 

El arte visual de Adef se enmarca en un intento de representar la diversidad de una manera más real e integral, escapando de la heteronoma y los marcos hegemónicos. Su trabajo es un intento por deconstruir los paradigmas dentro de los cuales hemos sido criados y educados, y de romper las reglas relativas al amor y las relaciones; todo ello con el fin de alcanzar la libertad. Utilizando sus vivencias, recuerdos, traumas y fantasías como fuente de inspiración, Adef nos presenta un universo estético sumamente poético y nostálgico, en donde tematiza asuntos relativos a la adolescencia y la juventud.

Nacido y criado en Argentina, Adef decidió mudarse a Barcelona tras atravesar un periodo de estancamiento y desmotivación laboral. Allí, sin conocer a nadie, poco a poco se fue abriendo un espacio en el mundo del arte. Actualmente cuenta con un amplio reconocimiento y es un miembro activo de la escena queer de Barcelona, contando con numerosos amigos que lo inspiran constantemente en su producción artística. En 2018, estrenó en MTV ‘Mood Swing’, una serie de aproximadamente 100 cortos audiovisuales que el canal le pidió para emitir en todo el mundo, cuya trama atraviesa las experiencias y emociones adolescentes.

 

 

 

La adolescencia desempeña un papel significativo en tu obra. ¿Por qué? ¿Qué crees que hace a la adolescencia una etapa tan significativa? ¿Cómo fueron tus años como adolescente en Argentina?

Mi adolescencia fue una etapa súper intensa, en la que pasé por muchos procesos que me ayudaron a descubrir quién soy. Rompí con muchos esquemas con los que había crecido y comencé el camino para lograr ser cada vez más libre, algo en lo que sigo trabajando y que supongo seguiré trabajando toda mi vida. Siempre me interesó a través de mi trabajo conocer a otros jóvenes de diferentes partes del mundo, con otras realidades, y retratarlos en mis proyectos. Creo que por eso la adolescencia es algo muy presente en mi trabajo, porque conocer a estas personas siempre me permitió aprender de ellos, inspirarme y crecer desde lo artístico, y también a nivel personal.

 

¿Tus vivencias y experiencias personales desempeñan un rol importante en tu arte? ¿Cuáles son tus mayores fuentes de inspiración?

Si, definitivamente. Todo lo que me inspira tiene que ver con experiencias vividas o cosas que me gustaría vivir o haber vivido. Me inspiro en las cosas que veo y que siento y sobre todo en mis amigos a quienes admiro y me inspiran un montón. Lo que hago siempre está relacionado con lo que estoy pensando y experimentando en cada momento y lo uso también como una vía para aprender y conocerme cada vez más.

 

 

Tus proyectos reflejan extraordinariamente a personas queer, a personas que expresan su identidad y sexualidad libremente escapando de las normas sociales. ¿Eso es algo que buscas conscientemente? ¿Qué es para ti la libertad?

Es algo que fue surgiendo en mí a medida que fui aprendiendo, deconstruyendo y rodeándome de gente increíble. La libertad es un trabajo interminable, no creo que exista una libertad total ni creo que sea libre del todo, ya que estoy inmerso en el sistema en el que vivimos. Pero intento trabajar cada día en cuestionarme todo lo posible para ser cada vez un poco más libre. Lo que hago está relacionado a lo que pienso y a lo que siento y mi objetivo es que esa diversidad esté totalmente presente en mi trabajo, escapando de lo hegemónico con lo que nos bombardean los medios, la moda y las marcas.

 

En relación a esto último, ¿crees que la representación actual de las identidades no tradicionales en los medios de comunicación y en el cine es escasa y sesgada? De ser así, ¿En qué sentido?

Creo que sí, sobre todo en los medios de comunicación. En el cine no comercial, por suerte, podemos disfrutar de más diversidad en las historias y personajes que se retratan. También noto que últimamente las marcas están más interesadas en contar historias diferentes con personajes más diversos y eso se está convirtiendo en una tendencia. Pero ese es un arma de doble filo: a veces me llegan propuestas en las que la única intención de incluirlo es para vender más y en la que las ideas de la marca se contradicen totalmente con la idea de diversidad. Por eso trato de elegir muy bien los proyectos y ser consecuente con mis ideas.

 

Dado que recibes propuestas fotográficas o audiovisuales que se alejan de tus ideales, ¿dirías que es difícil encontrar un espacio –además del financiamiento– para desarrollar un arte que sea fiel a lo que uno cree y a lo que uno quiere proyectar?

La mayoría de las veces suele ser así. Desde el mundo de la publicidad y la moda generalmente me contactan con proyectos que se contradicen con las ideas que tengo y con lo que quiero expresar en mis trabajos. Casi siempre intento rechazarlos y concentrarme en trabajar en los proyectos que me llenan y que están más cerca del mensaje que me interesa dar. Esa es una de las cosas más difíciles de mi trabajo porque también necesito vivir de esto. Pero prefiero tener paciencia y un poco menos de dinero pero estar conforme con lo que voy haciendo.

 

En cuanto al proyecto Mood Swing que desarrollaste para MTV, ¿cómo llegaste a trabajar con MTV? ¿Cómo ha sido tu experiencia con ellos? ¿Es difícil tener voz en el proceso creativo cuando se trabaja con equipos tan grandes?

Desde MTV me contactaron para desarrollar su imagen para el año pasado, fue un trabajo muy interesante porque era un proyecto grande en el que tuvimos que rodar alrededor de 100 piezas de video para todo el mundo. Si bien era un encargo y se trataba de un proyecto comercial, me dieron mucha libertad y me dejaron participar mucho del proceso creativo, planteándome los conceptos de lo que querían comunicar pero dándome lugar para proponer las ideas y los guiones de lo que quería rodar.

 

Muchos artistas chilenos suelen irse en busca de oportunidades y con la intención de dar a conocer su trabajo más extensamente. Sin embargo, actualmente se puede presenciar un auge en el desarrollo cultural y artístico de nuestro país. ¿Ves algo similar en Argentina? ¿Cuáles fueron tus motivaciones para dejar Buenos Aires e irte a Barcelona? ¿Crees que hay mayores oportunidades para desarrollarse y surgir como artista en Europa a que en Sudamérica?

La verdad es que llevo seis años fuera de Argentina y todo cambió mucho. Aunque estoy al tanto de las cosas que están pasando, desde la distancia se me hace difícil hablar de cómo están las cosas allá. En mi caso necesité, a nivel personal, salir del lugar en el que había vivido toda mi vida y me vino muy bien. Creo que todos deberían probarlo, aunque sea por un tiempo. A nivel artístico, estar en Europa me dio muchas más posibilidades de poder desarrollar mi trabajo, de explorar las ideas que en ese momento no estaban tan en auge en mi país y poder vivir de lo que me gusta hacer.

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