20/08/2019
20/08/2019

Reencuentro de Sheila Hicks llega al Museo Precolombino

 

Una serie de pilares clásicos, con una enorme cascada de hilos amarillos y naranjos en el centro, dan la bienvenida a la nueva muestra de Sheila Hicks en el Museo Precolombino de Santiago. En ella se pueden encontrar más de 50 obras, algunas de las cuales nunca habían sido expuestas con anterioridad, que dan cuenta de la prolífica carrera de la artista estadounidense. “Me gusta el nuevo Chile, me agradaría mucho quedarme por un tiempo más prolongado. Siempre recomiendo a mis amigos, de todas partes del mundo, que conozcan y visiten las culturas del altiplano, ya que son mis favoritas”, confiesa Hicks.

A sus 85 años la personalidad juguetona y simple de Sheila Hicks continúa imbatible, algo fácil de comprobar si se presta atención a la soltura con que cambia de posición sus obras en plena exhibición o los halagos que le brinda a una de las visitantes gracias al abrigo de crochet que ésta porta. Son justamente en esos momentos de relajo cuando la reservada artista se muestra más propensa a conversar y compartir sus expectativas respecto a esta visita, la cual la trae de vuelta al país luego de 50 años.

“El arte precolombino continúa viviendo aún después de Cristóbal Colón. De hecho, es gracias a personas como los tejedores, que se mantienen muchas tradiciones. Hay que tener fe en los tejedores, ya que su labor es primordial para traspasar la riqueza cultural de muchas sociedades, la verdad de ellas”, comenta Hicks.

Estas palabras resuenan directamente con la misión actual del Museo Precolombino, el cual espera crear, gracias a este tipo de exposiciones, un diálogo entre el arte contemporáneo y la herencia del arte indígena americano. “La muestra está dividida en cuatro secciones curatoriales las cuales dialogan y se superponen, comenzando desde el hilo como unidad esencial, la arquitectura, los espacios cromáticos, el paisaje y la memoria para finalizar en Ser Textil”.

 

 

 

Además de esculturas y mantos textiles, “Reencuentro” también exhibe otros trabajos de Hicks, como 16 fotografías en blanco y negro sobre su paso por Francia, México, Ecuador, Perú y Chile. Además de un registro audiovisual llamado “Opening the Archives” (1995), el cual fue filmado por su hijo Cristóbal Zañartu, nacido de su matrimonio con el artista chileno residente en Francia Enrique Zañartu.

Sin embargo, a pesar de las intenciones del Museo y la propia artista por formar una alianza entre lo contemporáneo y el pasado, las críticas propias a la obra de una artista de renombre como lo es Hicks no se han hecho esperar. La norteamericana ha debido enfrentar ciertas acusaciones sobre apropiación cultural y eurocentrismo respecto a sus textiles, razón por la cual ha salido a defender su trabajo en reiteradas ocasiones argumentando que, efectivamente, este se encuentra inspirado en diseños y técnicas precolombinas, pero que no sería el punto focal de su obra. “Esta exposición no se trata de reproducir el pasado, sino que de continuar la historia y anunciar el futuro. Se trata del alfabeto de la inteligencia, donde se cruzan líneas e ideas para así crear poesía: con un color, con dos, con mil colores. Es necesario mirar en más de una dirección”, asegura.

 

 

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