Entrevista
17/06/2020
17/06/2020

Marialy Rivas y la natural transgresión

Directora, guionista y una potente voz feminista y disidente. En el marco de la conmemoración del mes del orgullo LGBTQ+, conversamos con Marialy Rivas sobre sus inicios como directora, cómo elige sus temas y cómo ve a los nuevos referentes que se alzan dentro de la escena nacional.

 

En 1996, cuando Marialy Rivas estudiaba en la Escuela de Cine de Chile y se iniciaba en temáticas LGBTQ+ con su cortometraje “Desde siempre”,  la joven directora vivía paralelamente su propio proceso de búsqueda interna. La ficción fue también una respuesta a un turbulento proceso que finalmente la catapultó como una de las mujeres pioneras en introducir temáticas LGBTQ+ a la industria cinematográfica en Chile.

 

El impacto mediático de su carrera llegó con “Joven y Alocada” inspirada en el fotolog de la escritora Camila Gutiérrez y que toca temas como la bisexualidad, el erotismo y la religión. Y para su último largometraje, Princesita, Marialy Rivas se sumergió en la oscuridad del mundo de la violencia de género y el abuso de menores para construir una necesaria historia basada en hechos reales.

 

Tras más de 20 años de carrera, Marialy Rivas se ha consolidado como una de las directoras más reconocidas de Chile, y una potente voz feminista y disidente. Sin embargo, la directora no se reconoce a si misma como una transgresora, sino que explica que son los temas los que llegan a ella y parecen elegirla para darles una voz.

 

 

 

 

Fuiste una mujer pionera al incluir temáticas LGBTQ+ dentro del cine chileno con tu cortometraje “Desde siempre”, en el año 1996. ¿Por qué decidiste tratar esta temática en tu primer proyecto?

 

«Desde siempre» fue un corto de escuela, estaba enmarcado dentro de mi semestre documental. En ese momento yo no planeaba presentar ningún proyecto porque estaba pasando por mi propio maremoto de asumir que era lesbiana, y de cierta manera ese corto fue la respuesta a eso; a explorarlo, a entrevistar personas homosexuales diversas y entender de qué se trataba ese mundo profundamente. En «Desde siempre» no decidí tratarlo, sino que me eligió. No sé cómo decirlo, pero no fue para nada una decisión: fue una necesidad más bien, una necesidad profunda de comprenderme, mirarme y mirar a la comunidad LGBTQ+ en ese momento. No pensé si era o no tabú, no había un cálculo desde ahí, sino que una necesidad de expresión solamente.

 

Luego de “Desde siempre” seguiste con el cortometraje “Blokes”, basado en un cuento de Pedro Lemebel, para después saltar con todo dentro del mundo del cine con la película “Joven y Alocada”, la cual tuvo un gran impacto debido a que trataba temáticas transgresoras en Chile, como la bisexualidad y la religión. ¿Cómo sentiste que fue el impacto de esa película a nivel nacional? 

 

Respecto a esos trabajos, siempre me dicen que toco temáticas transgresoras. Yo no lo veo así ni lo busco intencionalmente. «Blokes» es un cuento de Lemebel del que me enamoré y le pedí hacerlo. Con respecto a «Joven y Alocada», me encontré con el Fotolog de Camila Gutiérrez, me pareció muy fascinante, entretenido, gracioso, así que le propuse que hiciéramos una película y desde ahí surge una ficción. A nivel nacional, el impacto fue grande, fue mucha gente a verla al cine y en ese tiempo se usaba mucho Facebook, y muchísimos adolescentes nos escribían para contarnos sus propias historias de salidas del clóset o de qué manera la película los había ayudado. Así que fue realmente todo lo que uno quiere que pase con una película: que lo vea la gente, pero que además tenga un impacto positivo en las vidas de los espectadores, y que se abran ciertos temas en la sociedad que tal vez están medios helados o no tratados.

 

 

 

 

Con el correr de los años se ha evidenciado un avance en temáticas disidentes en Chile. ¿Cómo sientes que el cine nacional aborda los temas LGBTQ+ actualmente? ¿Sientes que el cine chileno se estanca un poco en ciertos temas dejando de lado  otros?

 

Es difícil saber cuáles son los temas necesarios y urgentes. Tal vez temas de clase, todo el tema mapuche, pero siento que hay otros cineastas llamados a hacer eso. Por ejemplo, la Claudia Huaiquimilla, que tiene su maravillosa película “Mala junta”, y que ahora se encuentra haciendo su segunda película la cual me muero de ganas de verla, no me cabe duda que será increíble, con un punto de vista único porque ella ha habitado ese espacio. Entonces la verdad es que los cineastas jóvenes que vengan con nuevas ideas bienvenidas sean, de todos los puntos de vista, de todo lo que quieran mirar, lo mismo el género fluido que es algo que no está todavía en la cinematografía nacional ni internacional, es algo que está recién comprendiéndose. Creo que hay un montón de temas que tenemos que asumir, adentrarnos, y hay espacios para tratar esos temas. Además, no me cabe duda de que hay cineastas talentoses que van a entrar en cada uno de esos temas.

 

Es un hecho que la juventud ha sido un gran aliado para transgredir y tratar nuevas temáticas dentro del mundo del arte. Sin embargo, aún falta visibilizar temas incómodos dentro la sociedad chilena más conservadora ¿Cuáles sientes que aún son temas necesarios y urgentes para esta nueva sociedad?

 

Yo creo que tenemos una nueva camada de cineastas LGBTQ+ que viene, y tengo muchas ganas de mirar sus trabajos. Por ejemplo está Ignacio Juricic, que hizo su largometraje “Enigma”, Diego Céspedes que está planeando su primer largometraje, Francisca Alegría que también está a punto de hacer su primer largometraje, Katherina Harder, y una infinidad de personas que están en sus veintitantos o tempranos treinta y están haciendo películas, como Nicolas Guzmán y Roberto Deveris. Como cineasta estoy en la espera de que me deslumbren, y sin duda lo harán, así que creo que tenemos patria, tenemos patria a ese respecto.

 

En la actualidad hay diversos festivales LGBTQ+ donde se exponen cortos, películas y documentales, no obstante, asisten las mismas personas de la comunidad. ¿Crees que es necesario que asista gente que no forme parte de ese mundo? ¿De qué manera se podría llegar a un público más amplio y no a ese cerrado nicho?

 

Respecto a los festivales LGBTQ+, creo que está bien que existan, es como que hay discos LGBTQ+, hay discoteques de hombres gays y otras de lesbianas: son espacios seguros para la comunidad y para ir a mirarnos. Por supuesto que uno también quiere que las personas heterosexuales expandan su mirada y nos conozcan porque eso nos humaniza ante ellos, pero para eso también hay muchas películas que se dan en los grandes festivales y en el cine, como por ejemplo “Retrato de una Mujer en Llamas”, que ganó el año pasado a mejor guión en Cannes o “Call Me By Your Name” que es una película que se estrenó en sala por lo tanto la vio mucha gente. Entonces son distintas cosas y todas necesarias, y buenas de que existan.

 

Finalmente me gustaría preguntarte acerca de tus planes futuros dentro o fuera del mundo del cine.

 

Estamos preparando la segunda temporada de “La Jauría”, estoy escribiendo en este momento el guión de mi tercer largometraje, trabajando en un cuarto largometraje, y a la vez en otra serie y en un proyecto documental. Todo esto está pasando de manera simultánea, así que estoy bastante ocupada, con mucho trabajo. Y cuando se abra el país con seguridad para que filmemos, ahí volveremos a las pistas y a rodar.

 

Dos de las películas de Marialy Rivas se encuentran disponible online enla plataforma de cine chileno Ondamedia.cl: “Joven y Alocada” y “Princesita”. Además, en la misma plataforma se encuentra disponible un conversatorio con Marialy Rivas y el director de televisión Alejandro Schlesinger. 

 

 

 

 

 

 

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