Loreto Martínez y Tamara Poblete se conocieron en la escuela de Teatro de la Universidad de Chile, donde Tamara estudió actuación y Loreto diseño teatral. Después de cursar estudios de postgrado en Londres y Barcelona respectivamente, quisieron sumar una perspectiva latinoamericana al pensamiento crítico de la moda, la vestimenta y el cuerpo, creando en 2006 el Colectivo Malvestidas.
Desde 2017, su actividad más relevante ha sido Moda Desobediente, instancia anual donde se reúnen académicos, artistas, diseñadores e investigadores de todo el mundo en actividades que involucran pensar Latinoamérica como espacio de investigación y experiencias en el Museo de Arte Contemporáneo de Santiago (MAC).
Hoy están ad portas de lanzar Moda y Poder, libro basado en la temática y experiencia de la 1a versión de Moda Desobediente. La publicación nace como una respuesta a la falta de discursos críticos en español en torno a la moda, y busca poner valor en el potencial político de la vestimenta, el que consideran ha sido históricamente invisibilizado, capitalizado y anulado por la industria de la moda.
El libro reúne a un grupo de teóricos y artistas de distintos países y disciplinas, como Pia Montalva, Lucia Cuba (Perú), Maria Emilia Tijoux, Alicia del Campo, Sebastián Plaza (Ingrato), entre otros, y las ganancias irán en beneficio del tratamiento contra el cáncer de Javiera Núñez, colaboradora y co-editora del libro.
Conversamos con el colectivo sobre el encuentro Moda Desobediente, el libro Moda y Poder y los ejes principales de su trabajo.
¿Qué motiva el nacimiento del encuentro moda desobediente? ¿El libro fue parte del proyecto desde un inicio? ¿Quiénes participan?
Moda Desobediente nace por las ganas de trabajar juntas en un proyecto de moda e indumentaria, y su ineludible vínculo con el cuerpo. Ambas habíamos recién regresado al país e inicialmente pensamos en proyectos de creación. Sin embargo, nos pareció más interesante gestar una iniciativa no circunscrita exclusivamente al hacer, sino que desde lo conceptual y la práctica apuntase al desarrollo del pensamiento critico en torno al fenómeno sociocultural de la moda. Esto era algo que hasta entonces había sido raramente abordado a nivel local.
¿En qué estado se encuentra la producción teórica en Latinoamérica dentro del campo de la moda?
La producción teórica en Latinoamérica dentro de la moda es escasa. En el contexto latinoamericano, Argentina y Brasil han sabido prestar atención a la moda más allá de la industria. Esta el caso de la editorial brasileña Estação das Letras e Cores y el de la investigadora Regina Roots, editora de Latín American Fashion Reader y autora de Fashion and Politics in Postcolonial Argentina, entre otros. En Chile, todavía se piensa que un libro de moda es por naturaleza frívolo.
La producción de conocimiento desde y sobre Latinoamérica es necesaria porque otorga nuevas perspectivas y reflexiones que estimulen la configuración de un enfoque propio en torno a la moda. Los discursos consolidados en la moda almacenan y transmiten información útil para examinar las características estructurantes de nuestra sociedad. Reformular dichos discursos para levantar ideas, denuncias y reivindicaciones es lo que como Colectivo Malvestidas nos moviliza.
¿Cuál es el valor del libro para el campo de estudio en moda y para las industrias creativas? Y por otro lado, ¿Qué puede esperar encontrar alguien que por primera vez se acercaría a este campo?
El libro intenta construir narrativas alternativas al discurso de la moda dominante, que es eurocéntrico por antonomasia, y se propone aportar a la reconstrucción de los ejes que han generado las pautas para leer la moda en Latinoamérica. Creemos que ser parte de la recuperación y elaboración de teorías latinoamericanas es una tarea política y académica urgente en este campo. Desde la sociología, el feminismo y los Estudios Latinoamericanos, quienes adquieran el libro se encontrarán con temas como: cuerpos migrantes, vestimenta y negritud en Chile, performatividad a partir del vestuario en el activismo por la disidencia sexual del Colectivo Universitario de Disidencia Sexual (CUDS), vestimenta y violencia política en Chile durante la dictadura, resistencia y vestimenta tradicional indígena en los Altos de Chiapas, México, entre otros.
¿Qué significa este trabajo para ustedes en términos personales, emocionales y laborales?
Significa un gran desafío en todo sentido. Es un esfuerzo por hacer del encuentro Moda Desobediente una instancia de producción teórica tangible, apuntando al propósito de instalar la moda como un fenómeno que merece la atención intelectual. Al tratarse de un proyecto completamente autogestionado, ha implicado mucha resiliencia de nuestra parte. Somos muy exigentes con la calidad de nuestro trabajo. Además, sentimos un gran compromiso hacia les autores, por lo que haremos lo imposible para que sus investigaciones, puntos de vistas y relatos “vean la luz”. También están Javiera, co-editora, y Renata, diseñadora, quienes son seres fundamentales en esta aventura. Lograr imprimir Moda y Poder será sin duda un gran logro, una emoción profunda, que se da en tiempos convulsionados y difíciles. Sobre todo, porque la venta del libro irá en ayuda de Javiera, quien fue diagnosticada de cáncer, una noticia que nos devastó pero que a la vez nos dio la fuerza para luchar por su publicación.
