“Métodos de Defensa” narra la búsqueda de un espacio identitario perdido debido a una infancia rota: el hecho de crecer pensando que hay algo malo dentro nuestro en un contexto doméstico normado. Al llegar a la adultez comenzamos un cuestionamiento sobre quiénes somos, un proceso confuso que lleva a quebrar concepciones sobre nosotres mismes inculcadas por otros. Romper estas narraciones mentales conlleva un proceso doloroso y, al mismo tiempo, nos presenta la oportunidad del auto conocimiento.
¿Qué hay detrás del nombre y del concepto de esta nueva colección?
“Métodos de Defensa” habla sobre una infancia rota, el crecer siendo “diferente” en un ambiente normado que te fuerza a ser algo o alguien que realmente no eres. De ahí trabajamos el contraste de telas y estructuras; algunas muy duras y militares enfrentadas a otras muy suaves con detalles hechos a mano. Queriendo mostrar el contraste de una romantización de la infancia versus lo que en muchos casos puede llegar a ser.
Tras un año tan extraño, ¿crees que trabajar en esta colección fue terapéutico? ¿Qué rol jugó en el año que ya vimos partir?
Creo que siempre que el trabajo nace desde la pasión tiene algo de terapéutico. Fue la marca la que me mantuvo sano durante la pandemia, el echo de poder seguir contando historias. Junto a mi equipo editorial decidimos darle un elemento de comunidad a la campaña, mostrando contacto físico entre les modelos, dando un guiño a las ganas que todos en el equipo teníamos de poder abrazar y compartir con nuestros seres queridos.
¿Qué cambios percibes en tu manera de trabajar, en comparación a tu primera colección? ¿Y personalmente?
Creo que los procesos se han ido simplificando. Al comienzo había una ambición por tener mucho: un gran equipo, muchos practicantes, muchos looks. Hoy en día sé mejor lo que quiero decir y aprecio un ritmo tranquilo en el estudio, manteniendo un equipo cercano con los que sé que trabajo bien. Esa simplificación también se ve reflejado en las colecciones, ahora hacemos solo nueve looks con técnicas y telas bien reducidas. Actualmente estamos pensando mucho más en el producto comercial, cómo llegar al cliente y así crecer como marca. No solo proponer de manera conceptual sino que realmente estar vistiendo personas.
¿Cómo vas a recordar el 2020?
El 2020 para mí fue un año de cuestionamiento, obligándome a bajar el ritmo y volver al inicio, preguntándome por qué hago lo que hago.
¿Qué tienes en mente para este 2021?
Para el 2021 me gustaría abrir mercado a Latino América, vender no solo en Chile, sino que potencialmente también en Brasil, Argentina, México. Todo lo comercial cada vez me desafía más y me gusta, creo que una buena marca es la que sigue proponiendo siendo leal a su ADN, pero pudiendo llegar a un mercado que responde a tu propuesta, permitiéndote sobrevivir y seguir creciendo. Me gustaría no sólo tener un equipo de diseño, sino que involucrar a gente de marketing y de ventas, pero todo paso a paso.