Columna
13/01/2022

El poder del cuerpo

El feminismo ha traído muchos cambios sociales para las mujeres. Uno de ellos fue abrir el debate en torno al empoderamiento y su vínculo con la sexualización de sus cuerpos. Algunas aseguran que autosexualizarse es romper las normas del patriarcado, y otras, creen que refuerza el imaginario masculino de la sexualidad de la mujer. Debido a eso nace la pregunta ¿Sexualizarse a voluntad es un acto de empoderamiento?

 

 

Comentarios como “bájate la falda porque todos te están mirando”, “no uses shorts porque pareces prostituta”, “eso no es de señorita”, “¿Cuál es la necesidad de mostrarte?”, o los adjetivos “vulgar, ordinario, sucio y morboso” para definir sus cuerpos, es lo que escuchan la mayoría de las mujeres durante toda su vida.

 

LIZZ, DJ chilena, tiene y ha tenido que recibir varias de esas palabras. Actualmente trabaja en la industria de la música, además de tener influencia en su cuenta de Instagram, que alcanza a más de 80 mil personas, en la cual sube contenido sexual de ella misma. LIZZ se identifica como una mujer feminista, y debido a la forma en que expone su trabajo, su activismo ha sido cuestionado.

 

La DJ ha tenido que enfrentarse a todo tipo de opiniones sobre su cuerpo y mensaje que transmite, incluido el de feministas radicales. “Me critican mucho, dicen que he permitido que algunas mujeres se liberen y que esa es una línea muy delgada porque ahora todas quieren sacarse la ropa. Que lo que hago está mal porque es vulgar, ordinario y flaite. Me parece curioso que todavía se le tenga tanto miedo al cuerpo de una mujer”, reflexiona.

 

 

Para ella su cuerpo es su propio territorio, ella decide qué, cómo, cuándo, dónde y a quién lo muestra. Es una parte más de la expresión de su libertad. “Me encanta mostrarme y subir a un escenario siendo una diosa, la puta diosa”, cuenta, y añade, “me empoderé a través de mi talento, de lo que amo que es la música, desde mi cuerpo el que tantas veces tuve que tapar”.

 

“Yo tengo el culo grande porque nací con esto, ¿Me estás diciendo que está mal que yo lo tenga así? ¿Que yo apoyo la hipersexualización? No. La sociedad siempre vio a la mujer como un cuerpo, con boca, tetas y culo, y eso debe cambiar”, reafirma.

 

 

Frente a esto, la sexóloga y activista feminista española, Sonia Encinas, comenta que “empoderarse en un sistema patriarcal supone que las mujeres recuperen un poder que les ha sido robado durante siglos”, y asegura que uno de ellos son sus propios cuerpos.

 

Sonia actualmente realiza talleres sobre autoconocimiento sexual y cuenta que, desde su punto de vista, empoderarse es “es más un lugar desde donde lo hacemos que un hecho en sí”. Un hecho puede ser comenzar a trabajar, maquillarte, no depilarte, entre otras cosas, pero afirma que, debido al boom de Instagram, el empoderamiento se asocia a lo sexual y mostrar el cuerpo. “Está bastante castigado y en seguida se cuestiona si eso puede ser feminista”, consigna. Eso es lo que le pasa a LIZZ.

 

Algo similar sucedió en agosto de este año cuando el cantante y compositor español, C Tangana, publicó una foto de él en un yate junto a diez mujeres en bikini. Dentro de esta se encuentran mujeres conocidas por reconocerse abiertamente como feministas, tales como la actriz Ester Expósito, la artista y diseñadora Miranda Makaroff, la fotógrafa Ana Sting, la que además dentro de la foto es usada como posavasos.

 

Esto causó dos reacciones. Una fue la crítica por parte de mujeres asegurando que eso era un acto patriarcal y que se prestaba para la cosificación. Pero, por otro lado, hubo algunas que afirmaron que las de la foto, como mujeres empoderadas, lo hicieron de manera consciente.

 

 

 

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Por lo mismo ha sido enjuiciada la bailarina y cantante feminista, Señorita Chu. Conocida por ser una de las primeras bailarinas de twerk en Chile y la viralización de su primera canción “Mi Cula” en TikTok. En esta canta versos como, “Me dices que el twerk es cosificación, lo miro y le pregunto pero qué sabí vo”, “no doy explicaciones por bailar, eso mami, se llama esta empoderá”.

 

Desde la rama del feminismo radical los comentarios no han sido la excepción. Le han llegado comentarios como que su baile sigue cosificando a las mujeres y que con eso no se puede cambiar la sociedad. “Nosotras creemos que la sociedad puede cambiar, sexualizarme no es solo para mi, el baile puede ser una herramienta para que una persona se libere y que deje en claro que no quieren que la acosen o cosifiquen por eso”.

 

Además agrega que esta rama del feminismo “es patriarcal ya que nos prohíben hacer ciertas cosas, siguen cayendo en el mismo patrón al que nos han sometido siempre, que es decir lo que tenemos que hacer”, confirma.

 

La sexóloga, Sonia Encina, reflexiona que entrar en ese debate es una trampa. “El empoderamiento no solo es ponerte la etiqueta de mujer empoderada porque posas en una foto en bikini, sino que es hacerlo con conciencia desde tu lugar”. A lo que suma, “en el feminismo el sexo y lo erótico está en dicotomía constante dependiendo del sector del movimiento y la cultura, no hay una verdad absoluta y será una lucha de por vida”.

 

Y concluye, “para mí el feminismo no es un lugar para criticar a mis compañeras”.

 

 

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