Entrevista
11/03/2024
Entrevista: Carolina González Agradecimientos: MUBI
Entrevista: Carolina González Agradecimientos: MUBI
11/03/2024

Kevin Macdonald y su documental sobre John Galliano: “No es una película de redención, es una película para debatir”

Kevin Macdonald, el director ganador de un Oscar que ha llevado a cabo la dirección de películas como El último Rey de Escocia, se adentró por primera vez en el mundo de la moda para explorar nada menos que el icónico y controversial personaje que es John Galliano. El documental que dirigió, llamado “High and Low – John Galliano”, retrata el ascenso y la caída del legendario diseñador, y se exhibirá el 20 de marzo en Centro Arte Alameda (Santiago) y el 16 y 20 de marzo en Sala Insomnia (Valparaíso). Luego, llegará a la plataforma de streaming MUBI.

El director nos contó cómo su conexión con Anna Wintour le ayudó a conseguir entrevistas claves, cómo fue su relación con John Galliano y qué conclusiones sacó luego de explorar a fondo el incidente que el diseñador protagonizó en 2011. Además, reflexionó acerca de la cultura de la cancelación, el impacto inmensurable que el diseñador tuvo en la industria de la moda, la psicología detrás del genio de John Galliano, y mucho más.

¿Qué perspectiva o ángulo único crees que ofrece el documental sobre la vida y la carrera de John Galliano?

«Es una historia completa de su propia boca y de la gente que mejor le conoce. No rehúye del lado más oscuro de su vida, ni del incidente que destruyó su carrera. Al mismo tiempo, es una película que demuestra que es un genio». – Kevin Macdonald

El documental comienza yendo directo al grano, abordando el incidente que marcó un antes y un después en la vida del diseñador. La magia de Galliano y de sus fantásticas ficciones en las pasarelas explotó por los aires en 2011, cuando la incómoda verdad de la industria lo llevó a su límite.

Grabado quedó un episodio terrible en el que Galliano agrede verbalmente a unas personas en un bar de París con insultos antisemitas y racistas: “Es el elefante en la habitación, es lo que todo el mundo conoce de él. Pensé en ponerlo al principio para que la gente sepa que vamos a volver sobre ello. La película en cierto modo nos lleva a ese punto, y a entender lo que ocurrió allí”, explica Kevin.

Para comprender la historia en su totalidad, el documental nos lleva al pasado, recorriendo la infancia de Galliano, sus comienzos como diseñador, y explorando cómo sus desfiles dieron forma al mundo de la moda.

¿De qué manera crees que las contribuciones de John Galliano han dejado un impacto duradero en la industria de la moda?

«Creo que, como se ve en la película, cuando hace su desfile negro en París, se vuelve muy influyente. Es el desfile que le consigue un trabajo en Givenchy. Anna Wintour dice sobre este desfile que es el comienzo del slip dress. La gente llevaba el slip dress 10 años después gracias a ese desfile. Es el tipo de cosas en las que alguien hace algo que a la gente le encanta, y se extiende muy rápido. Hay muchos casos en los que ha tenido ese impacto”.

Fue la genialidad, “si se quiere llamar así”, de gente como Bernard Arnault (director ejecutivo del conglomerado LVMH) que, acompañada de la teatralidad de diseñadores como Galliano, hizo de la moda una “fábrica de sueños”, que vendía pedacitos de fantasía a un número de clientes que crecía de forma exponencial: “John fue una gran parte de esto, porque hizo estos desfiles que eran exhibiciones sensacionales, dramas, que hacían llorar a la gente. También creaba escándalos y controversias, y todo eso formaba parte del espectáculo y de lo que hacía que la moda fuera glamurosa e interesante», cuenta Kevin. Es así que, hoy en día, Bernard Arnault es el hombre más rico del mundo.

El documental muestra cuáles fueron algunas de las fuentes de inspiración que germinaron el genio de Galliano. Su talento inmenso, su creatividad infinita y su fijación con la historia y el teatro fueron las bases para que convirtiera a la moda en un espectáculo público, en una fantasía. Sus desfiles transportaban al espectador a algún rincón exótico del mundo, al siglo XIX, a la exuberancia y decadencia de la realeza, al Antiguo Egipto, y mucho más. Y siempre lograba darle un giro no sólo moderno, sino incluso vanguardista.

Kate Moss, que rara vez hace entrevistas, aceptó conversar con Kevin Macdonald para el documental, y le contó que fue Galliano quien le enseñó a caminar. En los desfiles, el diseñador inventaba personajes para las modelos, para que se adentraran en la historia y narrativa que quería contar. En un show en particular, Kate tuvo que actuar como si fuera una princesa que escapaba de un castillo, con lobos que la perseguían.

Sin embargo, la moda es arte pero también es negocio. El éxito del diseñador en la primera década de los 2000 resultó en que la industria demandara cada vez más y más de él. En un año, tenía que diseñar y producir 32 colecciones, tanto para su marca personal, como para Christian Dior.

La industria de la moda se transformaba de a poco en la máquina que es hoy, para la que el ciclo de la novedad es cada vez más y más breve. Como nos contó Kevin, “Una de las cosas interesantes de hacer una película sobre este periodo de la moda es que es muy difícil encontrar los vídeos de esos desfiles. Uno pensaría que Dior tendría los vídeos, pero no es así. Sólo recientemente han empezado a valorar el pasado, y creo que eso dice mucho de la moda y de lo desechable que es. Siempre es lo que viene, lo próximo, lo próximo y lo próximo (…) El mundo de la moda suele negar la verdad. La moda gira en torno a la fantasía, la belleza, y quizás no quiera reconocer el lado desagradable de las cosas«.

Los 2000s fueron una época dorada para la Alta Costura, pero la fachada del glamour escondía una realidad compleja para las mentes creativas detrás de los desfiles. Se trata de la época en la que el increíble Alexander McQueen cometió suicidio, en el 2010.

Uno de los hilos conductores del documental se centra en un paralelismo entre Galliano y Napoléon. En su juventud, el diseñador vió la película muda de Abel Gance, Napoleón, y desde ese entonces se obsesionó con su figura y lo que representa.

Para Kevin, la referencia a Napoléon empezó como una cosa y terminó como otra: “Si miras el documental, verás unas 20 referencias a Napoleón. Me di cuenta de que no era sólo un motivo visual divertido que podía utilizar, sino que también tenía una relación profundamente psicológica en John. Es la sensación de ser un extraño, un hombre pequeño al que desprecian, que está resentido con los que le rodean y que quiere conquistar el mundo, o París en el caso de John”.

Luego de hacer un recorrido por la historia de Galliano, el documental regresa al incidente del 2011, que provocó su despido de Christian Dior y una ola de críticas que lo relegó de la industria por años. A pesar de describir en detalle cuáles fueron las situaciones que llevaron a Galliano a este punto, el documental no busca redimir su figura ni justificar su comportamiento, sino abrir el debate y permitir a la audiencia formar su propia opinión:

«Creo que tú, como espectador de la película, sabes tanto como yo en realidad. Es una película sobre opiniones y sobre zonas grises, sobre la incertidumbre. Creo que John no es ideológicamente antisemita, esa es mi opinión. Pero es posible que, en ese momento, tuviera algún tipo de fanatismo residual por cosas que ha oído de su familia, o de los medios de comunicación, o de donde sea. Pero hay que diferenciar entre alguien que dice algo antisemita, que es hiriente, de alguien que tiene una base ideológica. Ambos están mal, pero uno es un orden de magnitud peor”, reflexiona Kevin.

Para conseguir una imagen completa de lo que había sucedido, Kevin entrevistó a abogados involucrados en la demanda, a las víctimas, a directivos de Dior, a amigos del diseñador, y más: “Me sorprendió la cantidad de celebridades, como Kate Moss, Naomi Campbell, Anna Wintour, Charlize Theron, etc., que, a pesar de que podría haber sido potencialmente perjudicial para ellas, querían formar parte del documental, y querían hablar de John porque lo consideraban su amigo, porque le tenían lealtad”.

Kevin también resaltó el papel que Anna Wintour tuvo en su película: «Yo no sabía nada del mundo de la moda, ni tenía conexiones reales con él. Me di cuenta muy pronto de que necesitaba ayuda de gente que lo entendiera. Por eso acudí a Conde Nast. Anna Wintour, con la que hablé al principio del proceso, quería ayudar y apoyar la película. Cree en John. Cree en su talento. Me ayudó mucho, sobre todo con la gente de Dior y LVMH”.

Estas lealtades y amistades claves fueron las que le permitieron a Galliano volver en el 2014 a la industria de la moda, al frente de Maison Margiela. Luego del incidente en el 2011, Galliano fue acusado y declarado culpable por insultos públicos, y tuvo que pagar no sólo con una multa de 6,000 euros, sino que con su reputación. Fue una especie de suicidio social, que Galliano adjudica a la adicción que tenía a las drogas y el alcohol, que le hicieron perder el control.

El diseñador fue cancelado, y su carrera se desvaneció en cuestión de meses. Uno de los temas que más en profundidad exploró Kevin en el documental es la cultura de la cancelación: “Creo que ha ayudado a arreglar algo en la sociedad, que es el problema de las personas poderosas que abusan y utilizan a quienes les rodean. Permite a la gente defenderse y poner fin a algunos comportamientos indignantes. Pero también tiene un lado negativo, y es que tendemos a ser excesivamente moralistas y a simplificar situaciones complejas en las que se encuentran las personas. Y nadie quiere ser juzgado por un vídeo”.

Kevin agrega: “Justo al principio del proceso, hablé con el rabino que aparece en la película y le pregunté si le ponía nervioso que le asocien con John, y me dijo: ‘Mira, ¿cuál es el punto de la religión si no podemos creer que la gente puede cambiar?’ Y creo que eso fue algo muy interesante, y que tal vez en nuestra cultura moderna lo hemos perdido. No necesitas creer en la religión, pero puedes creer que la gente puede cambiar, que puede cometer un error y reformarse. Yo creo en eso».

Este documental toca muchos temas: la cultura del cancelamiento, la adicción, la industria de la moda, la figura del genio, etc. ¿Qué quieres que el público se lleve del documental? ¿Por qué crees que la gente que no está interesada en la moda debería verlo?

«Bueno, una de las cosas que más me ha gustado de la recibida que está teniendo la película es que, incluso mis amigos a los que no les interesa en absoluto la moda, salen de verla y dicen ‘Es un genio, ¿no?’ Y yo creo que es un genio, pero es difícil mostrar eso de cualquier artista en una película. Pero también quiero que la gente se haga una idea de la complejidad de la mente humana, de la complejidad de estos temas que se plantean en la película. Quiero que la gente no se cierre a estas discusiones y reconozca que no se pueden tratar estos temas como si fueran blancos o negros. Hay que ser capaz de mantener en la cabeza dos cosas contradictorias al mismo tiempo». 

Kevin se aseguró, sin embargo, de representar el suceso con honestidad: “Una cosa que es importante decir es que esta película es mi visión personal de John. Nadie más intervino en la película, yo tenía la última palabra. Y el propio John lo reconoció, estuvo de acuerdo y nunca intentó interferir ni dijo ‘Esto está fuera de los límites, no puedes documentarlo’. Le admiré por eso”.

Hace poco más de un mes, Galliano presentó una colección para Maison Margiela que fue llamada por múltiples medios como uno de los puntos álgidos de la historia de la moda. Durante la primera noche de luna llena del año, los arcos del Puente Alejandro III de París fueron el escenario perfecto para que el diseñador presentara una colección inspirada en los “bajos fondos” de la ciudad. Las imágenes teatrales, cargadas de misterio, drama y belleza, fueron viralizadas en las redes sociales como pocas veces se ha visto.

Sin embargo, Galliano no salió a saludar al final del desfile. Su ego napoleónico quizás haya disminuido, pero la grandeza de sus creaciones volvió para ponernos los pelos de punta de la emoción. Como bien dice Kevin, “tal vez John haya logrado romper la maldición del paralelo con Napoleón». Por el bien de la moda como forma de arte, espero que así sea.

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