Charli XCX y el fenómeno Brat: caos, nihilismo, y vulnerabilidad  - Galio
Columna
30/07/2024
30/07/2024

Charli XCX y el fenómeno Brat: caos, nihilismo, y vulnerabilidad 

Charli XCX le escupe la cámara al paparazzi, le da un cabezazo y su frente queda sangrando. Salta molinetes, tira cosas al piso y pega patadas. Su ropa termina deshecha, sus medias de nylon rasgadas y su cara sin maquillaje está manchada con sangre. 

En el videoclip de su canción Von Dutch, Charli encarna a la party girl/celebridad de los 2000s que se harta del acoso mediático y se ve obligada a mostrar su lado más violento: Britney Spears rapada, golpeando un auto con un paraguas, Björk agarrando de los pelos a una periodista, etc. 

Von Dutch es una de las canciones que componen el último disco lanzado por la artista el 7 de junio de este año, llamado Brat. Según el diccionario de Cambridge, la palabra “brat” sirve para denominar a un niño que se comporta mal. Y el video de Von Dutch refleja este espíritu. Desde el lanzamiento del álbum, Brat se convirtió en una especie de insignia, de identidad que se adjudican muchísimas personas que buscan abrazar su lado más caótico. Según Charli, una Brat “es esa chica un poco desordenada a la que le encanta la fiesta y que a veces dice tonterías. Es honesta, franca y un poco volátil.” Una de las canciones del álbum, 365, dice así:

No, I never go home, don’t sleep, don’t eat

Just do it on repeat, keep (Bumpin that)

No, nunca voy a casa, no duermo, no como

Sólo hazlo en repetición, sigue (Bumpin that)

(«Bump» tiene múltiples significados, tanto para escuchar/bailar música como para consumir cocaína.)

El concepto de Brat atrajo a tanta gente, que hasta Kamala Harris lo incorporó en su campaña para ganar popularidad entre el electorado joven, luego de que Charli twitteara “Kamala ES brat” el pasado 21 de julio.

¿Por qué fue éste el álbum que catapultó la popularidad de Charli, después de 16 años en la industria? ¿A qué se debe la atracción poderosísima que su propuesta genera en la gente joven? Y, por otro lado, ¿cómo conversa el discurso de Brat con la glamorización del consumo de drogas y de los problemas de salud mental, tan típica de los 90s y 2000s? 

A veces es tan confuso ser una chica

¿Cuál es la forma correcta de ser una chica en esta época extraña? ¿Usar moños, zapatos de ballet, tener un diario para escribir nuestros sentimientos y practicar la manifestación? ¿O salir de fiesta todos los fines de semana, fumar cigarrillos, tener el esmalte de uñas astillado y tomar malas decisiones? Con el surgimiento de Brat, estos dos modelos de mujer chocaron:

Brat es una actitud más que una estética. Es caótica, descarada y divertida; un bienvenido alivio frente a lo bonito de coquette y Barbiecore, lo correcto de las ‘clean girls’ y el lujo silencioso,” dice Katy Lubin, vicepresidenta de marca y comunicación de Lyst, una de las mayores plataformas mundiales de búsqueda en moda.

La imagen híper editada y pulcra de la celebridad que se ve perfecta desde todos los ángulos, de la influencer “clean” que hace pilates, toma jugo de espinaca y se levanta a las 5 a.m. para escribir en su diario, de la Barbie que siempre intenta hacer lo correcto y usa ropa rosa, tenía los días contados. Y con Charli, terminó de esfumarse. 

La paradoja de este ideal tan cuidado es que, aunque todo su lenguaje gira en torno al yo, (o al denominado ‘self-care’, diría yo), está muy centrado en los hombres, perfeccionando una versión intensamente tradicional, casi de sirvienta, de la feminidad,” explica la periodista Zoe Williams en su artículo de The Guardian. 

El mundo arde y nos vamos de fiesta

La recesión económica no da tregua, la ultraderecha gana terreno en todo el mundo, y los conflictos bélicos y genocidios son legitimados en vez de ser condenados. Nuestra generación se siente impotente, es cínica y nihilista, y no tiene esperanza ni pretende cumplir sus sueños de comprar una casa, y de cambiar el mundo ni hablar. Con pasarla bien y divertirse, con distraerse y sobrevivir, muchos se conforman. 

Por eso, la suavidad del coquette, los filtros de Tik Tok y las rutinas perfectamente saludables de las influencers en redes sociales dejaron de tener tanta relevancia. No hay tiempo para eso. Muchos prefieren salir a vivir la vida de manera imperfecta, dando lugar al goce y la diversión. Charli supo percibir este sentimiento generalizado y capitalizarlo a la perfección.

Según Charli, una chica Brat tiene “un paquete de cigarrillos, un encendedor Bic y un top blanco de tirantes sin sujetador”, “se siente bien con ella misma, aunque a veces tiene un colapso, pero lo atraviesa divirtiéndose y yéndose de fiesta”. A veces es insegura y toma decisiones equivocadas, pero también es despreocupada y se describe a sí misma como un ícono. Como dice Zoe Williams, “Brat pone de relieve cómo aspiran a vivir actualmente muchas jóvenes: sucias, hedonistas, felices, y sin usar sujetador.”

Y está un poco jodida, pero aun sale en Vogue

Worships Lana Del Rey in her AirPods, yeah

Yeah, she’s in her mid-twenties, real intelligent

Hedonistic with the gravel, drawl and dead eyes

You said she’s anorexic and you heard she likes when people say it.

Venera a Lana Del Rey con sus AirPods, sí

Sí, está en sus veintes, es muy inteligente.

Hedonista con ojos ásperos, lentos y muertos

Dijiste que es anoréxica y escuchaste que le gusta cuando la gente lo dice.

Éste es un extracto de la canción “Mean girls”, una de las canciones que componen el álbum. Ésta sería la otra cara de la chica Brat. Se trata de un estereotipo que, como la girlboss, quedó viejo en la cultura del internet y en la cultura pop. Ya se discutió por qué es problemático, y la letra de la canción resulta trillada, porque ni siquiera pretende ser irónica o ser una parodia. La escritora Gina Tonic lo describió a la perfección: “¿Acaso fue una cuenta de fans de Lily-Rose Depp en Instagram la que generó esta canción con inteligencia artificial?” 

En 1997, Amy Spindler escribió un artículo en el New York Times sobre la muerte de Davide Sorrenti, uno de los fotógrafos que convirtió el heroin chic en cool, y que falleció de una sobredosis a sus 20 años. 

En su texto, Amy explica: “durante tres años, la defensa de este tipo de fotografía ha sido que representa una rebelión contra las falsas imágenes aerografiadas. El razonamiento de que refleja una nueva idea de la belleza ha tenido un largo y exitoso recorrido, aunque sea evidente para cualquier observador que las modelos posan para parecer enfermas, si no drogadas. No obstante, (estas fotos) venden la ropa a jóvenes que desean ser cool. En los últimos tres años, se ha visto alguna versión del look en casi todas las revistas de moda.”

Cuando Amy dice “falsas imágenes aerografiadas” y “nueva idea de la belleza”, se refiere a cómo en los 90s se rechaza la imagen glamorosa de los 80s, cuando el fitness, la salud y las modelos como Brooke Shields se ponen de moda. En los 90s reina, en cambio, el nihilismo. Y con ello, eventualmente llegan al mainstream las imágenes de moda más “realistas”: modelos con cabello desordenado, ojeras, aspecto cansado, y especialmente, híper flacas. El debate en la industria era el siguiente: ¿se trata de imágenes “realistas” que proponen una belleza distinta, o de imágenes que glamorizan el uso de drogas y sus consecuencias para así apelar a la juventud?

Avanzando hacia el nuevo milenio, la moda de la delgadez empeora. Se vigila de cerca el peso de las modelos, actrices y cantantes, mientras el acoso de los paparazzis y de los tabloides se vuelve inhumano, generándoles graves problemas de salud mental. 

Sin embargo, la glamorización del uso de drogas, de la delgadez extrema y de los problemas de salud mental nunca se fueron del todo. En la canción “Mean girls”, la chica anoréxica con los ojos muertos es “la niña mimada de Nueva York”, y sale en Vogue. Más allá de la intención que Charli haya tenido al escribir esta canción, es difícil negar que muchas personas son susceptibles de tomárselo como algo cool y aspiracional.  

¿De qué está hecha una Brat?

Entre muchas de las declaraciones que Charli dió sobre el álbum y su significado, hubo una que me llamó la atención: “Ser brat es una fachada. Sólo eres una brat si actúas contra algo que te ha hecho sentir un poco inseguro.

En algunos sentidos, el concepto de Brat es aspiracional. Y, a su vez, invita a abrazar las contradicciones e inseguridades que cada uno tiene. La autora Monica Heisey cree que el mensaje implícito del álbum está en “la contradicción femenina: cómo alguien puede ser una fiestera y a la vez estar preocupada por la maternidad, cómo la amistad con otras mujeres poderosas puede ser a la vez fortalecedora y fuente de ansiedad…”.

La identidad Brat se desliga de la mirada masculina sobre cómo las mujeres tienen que ser. Sin embargo, tampoco hay que dejar que el mandato de lo “cool” nos aleje de nuestra autenticidad y nos acerque a comportamientos dañinos que nunca antes habíamos adoptado, como las adicciones y los trastornos alimenticios.

Aún con sus elementos problemáticos, vale la pena rescatar cómo el concepto de Brat alienta a las personas a no dejar que el caos del mundo, la opinión de los demás, nuestras inseguridades y problemas nos impidan disfrutar, y a nuestra manera. Salir de fiesta, o no salir de fiesta, equivocarse, tener razón, pasar vergüenza, estar orgulloso, ganar, perder, sentirse linda, sentirse un desastre, sentir envidia, sentir admiración. No somos una cosa o la otra. Podemos ser todo a la vez, y eso es ser Brat. 

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