¿Cómo cambia la creatividad cuando se produce en comunidad? ¿Qué ocurre cuando el acto de crear deja de ser individual y se convierte en un intercambio vivo? En un mundo donde la producción artística ha girado en torno a la independencia, Tomorrow’s House propone un modelo de residencia donde la creatividad surge del encuentro y la convivencia. Un ecosistema que conecta disciplinas y genera cruces naturales entre arte, moda y gastronomía. Aquí, la imagen refleja un proceso compartido. La producción deja de ser un ejercicio aislado y se convierte en una construcción colectiva. La comida expresa ideas, la fotografía traduce historias. El acto de sentarse juntos abre una conversación sobre creatividad y comunidad.
«No se trata solo de lo que se ve en la imagen, sino de todo lo que sucede antes y después. El proceso es parte de la obra», dice Santiago Álzate, image-maker y residente en Tomorrow’s House. Bajo la mirada del food artist Daniel Beltrán, la gastronomía adquiere un significado diferente. «Aquí, la comida es narrativa, identidad y un punto de conexión», comenta. Tomorrow’s House funciona como un sistema en constante evolución. Un espacio que permite que las disciplinas coexistan, se expandan y encuentren nuevas formas de expresión. «Esta iniciativa no solo destaca por su enfoque en la convivencia, sino también por su papel pionero en Latinoamérica al integrar la ‘conviviality’ en el proceso creativo», dice Marte Diaz, directora de Tomorrow’s House y fundadora de TTAG.
Pero, ¿qué significa conviviality en este contexto? La creatividad surge del intercambio, de la interacción genuina entre quienes comunten un mismo espacio y transforman sus ideas en algo en común. Adoptar este proceso como eje de trabajo impulsa nuevas formas de crear. Aquí, la interacción y la colaboración definen cada proyecto.
Lima es el punto de partida, pero la visión va más allá. Tomorrow’s House es un sistema de colaboración en movimiento.