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¿Qué tienen en común Tonka Tomicic, Amaro Gómez Pablos, Cecilia Bolocco, Cristóbal ‘Shelao’ Álvarez y Marcela Vacarezza? Que todos comenzaron sus carreras como ganadores de concursos de belleza. Eventos que parecieran haberse desaparecido de Chile durante la última oleada feminista, pero que volvieron con fuerza luego de la participación de la cantante/modelo Emilia Dides en Miss Universe 2024. Conversamos sobre este nuevo auge de los certámenes de belleza con Keno Manzur, Director de Miss Universe y Mister Mundo (Chile y Argentina), y con Ariel Cordero y Hans Kaempfer, concursantes de Miss Universe Chile y Mister Chile respectivamente.
Camina estirando su pierna lo máximo que le permite el músculo. Su pie se tensa por el tacón que rebasa los 10 centímetros. El vestido refleja las luces del piso, los reflectores y el calor propio de las cámaras de televisión. Lo mismo pasa con su pelo que, como si se tratase de la mejor campaña capilar, brilla sedoso, cayendo en ondas hasta sus pechos, los cuales están tapados con un bolero a la cintura. Se acerca al micrófono y sus labios, color carne, se abren para dar paso a unos dientes tan resplandecientes como los aros en sus orejas. “Chile-e-e-e-e-e-e-e-e-e” grita la joven en un tono cantado. El público aplaude y pareciera ser que los apenas 5 segundos que estuvo en pantalla valieron todo el trabajo de meses de preparación. El resto de las concursantes terminan de desfilar y los animadores comienzan a decir quiénes son las afortunadas seleccionadas. Ya van 29 de 30.
“Y la última mujer acompañando el Top 30 y ganadora del People’ s Choice Fan Vote Award es…¡Chile!”.
Respira aliviada. Su memorable presentación la convertirá en la ‘gran ganadora de la noche’, más no del certamen, donde llegará al puesto 12°… Aunque esto último pareciera poco importarle a las personas en internet, quienes han viralizado su presentación en las diferentes redes sociales, convirtiéndola en una influencer de tomo y lomo.
Casi un año ha pasado desde ese momento y la jóven, ahora conocida como ‘La Emilia Dides’, ha generado lo impensado: que se pongan de moda nuevamente los concursos de belleza en Chile. Un efecto sólo visto 38 años antes –en plena dictadura– cuando Cecilia Bolocco se transformó en la primera y única Miss Universe del país.
Ariel Cordero (1994) nació en San Felipe, Chile, es psicóloga y docente de un instituto profesional. Sin embargo, su nombre ha alcanzado notoriedad no por su trayectoria académica, sino que por su participación en el Miss Universe Chile 2024. Evento donde se transformó en la segunda mujer transgénero de competir en a nivel nacional, logrando además el 3° lugar, después de Francisca Lavandero (2° lugar) y Emilia Dides (1° lugar). Un casi-triunfo que lejos de desanimar a Cordero la impulsó a volver por la revancha al Miss Universe Chile 2025.
Una nueva versión que, según la concursante, tiene claras mejoras de producción y el más alto interés en especial por parte de los medios, como Canal 13, que se encuentra transmitiendo una docuserie sobre la competición. “Claramente Emilia difundió el certámen a muchas personas que no tenían idea que existía el Miss Universo o nada por el estilo. La idea que tiene la productora actual es que sea algo a nivel internacional, que sea algo grande, algo profesional, algo fino, elegante”, explica la psicóloga.
La transmisión de Miss Universe 2024 logró un promedio de 25,4 puntos de rating entre las 21:40 y 01:05 horas, siendo lo más visto del día y lo segundo más visto de la semana (11-17 noviembre), solo superado por el partido de Chile – Perú por las Clasificatorias 2026 del viernes 16 noviembre. De acuerdo a Kantar Ibope Media, el evento lideró en todos los segmentos demográficos y tuvo un alcance total proyectado de 3.5 millones de personas. Mientras que en la señal online de CHV, fue visto por 339.000 usuarios.
Galio: Desde hace algunos años, en especial post movimiento Me Too y feminista, se venía hablando del fin de los concursos de belleza o el interés por ellos. ¿Crees que las críticas a este tipo de concursos eran válidas?
Ariel: Yo pienso que todas las opiniones son válidas. El mismo movimiento feminista ha permitido que el certamen se adapte y avance hacia el futuro, yo creo que se mantenga vivo hasta el día de hoy da cuenta de cómo se ha sabido reinventar, de cómo ha sabido escuchar la voz de las personas, de las mismas mujeres que estuvieron en el certamen anteriormente, para que hoy en día sea algo mucho más equitativo.
Galio: ¿Pero sigue siendo un certámen de belleza o se llama de otra forma?
Ariel: Miss Universe es un concurso de belleza, pero de una belleza integral. La belleza no tiene que ver sólo con lo estético ni lo plástico, sino que también con poder tener un dominio, una oratoria, un propósito, un pensamiento crítico de un fenómeno social. Miss Universe lo que busca es una mujer que no solo sea bella, sino que también sea diplomática, que tenga opinión, que sepa responder, que sepa lo que está pasando en el mundo y proponga ideas, soluciones.
Según Keno Manzur, Director nacional del concurso Miss Universe Chile y Argentina, muchos de los cambios que permitieron actualizar el concurso se hicieron bajo su dirección. Entre ellos, se encuentran la eliminación del límite de edad (que era hasta los 28 años) y de estatura (mínimo 1,68 cm.), pudiendo postular en la actualidad cualquier mujer (independiente de su identidad de género) que sea mayor de 18 años, sin importar su estado civil, si es madre o si ha tenido un aborto; todos motivos de eliminación en el pasado. “Se empezó a priorizar otras cosas, como la historia de las candidatas, sus propósitos, las causas que apoyan. Nunca hubo un temor a que se acabaran los concursos, siempre va a existir el concurso y cada año aparecen más y más certámenes a nivel internacional”, dice Manzur.
“Eso sí, considero que efectivamente ha habido un interés mucho mayor debido a la participación de Emilia Dides”, continúa Keno. “En ese sentido, no ha sido un año igual a los anteriores porque el año pasado fue un año de buenos resultados, y cuando hay buenos resultados, como en cualquier disciplina, se produce interés. O sea, cuando el Chino Ríos fue el n°1 todos queríamos ser tenistas, cuando la selección iba a los mundiales todos queríamos ser futbolistas, cuando a la Miss y Mister Chile les va bien todos quieren ser misses y misters”.
“Ser miss es una decisión, es un trabajo, no solo es portar una corona y una banda. Ser mujer no es sinónimo de miss. Ser miss es una decisión, una opción, no todas las mujeres son o quieren ser misses. Es lo mismo que pasa en el mundo del deporte, las personas que quieren ser futbolistas tienen que vivir y tener una disciplina especial para lograrlo, pasa lo mismo con las misses. Si yo gano el título no es porque fue gratuito, sino que tuve que competir en un certamen, tuve una preparación especial, tuve que trabajar y demostrar que era capaz de cumplir ese rol”, explica Ariel.
Es el año 2023 y en Chile se comienza a hablar del regreso de la farándula y la ‘cultura basura’ a las pantallas, en especial gracias a la emisión del reality show ‘Gran Hermano Chile’. La primera edición de la versión chilena del programa neerlandés Big Brother que no sólo fue furor en internet, sino que también llevó al estrellato a figuras como Cony Capelli (ganadora de la versión), Fran Maira (hoy cantante urbana) y Jorge Aldoney. Destacando este último por su gran físico y carisma y particulares opiniones políticas que reflejaban muy bien el título que tanto repitió poseer dentro del encierro: Mister Chile.
Aunque menos conocido que su contraparte femenina, el concurso de Mister Chile data de la década de los 70s y 80s, y era un segmento del programa ‘Sábado Gigante’, sirviendo de plataforma para lanzar las carreras de diferentes hombres, siendo el más conocido el caso del ahora periodista de noticias Amaro Gómez Pablos. Un espacio que a pesar de su popularidad pasaría al olvido luego que Sábado Gigante comenzara a transmitirse desde Estados Unidos, siendo retomado en 2009 de manera independiente y oficial.
“Antes de participar lo único que conocía de Mister Chile era Jorge Aldoney”, explica Hans Kaempfer (1999), wrestler de Valdivia más conocido como ‘El Niño Bonito de la lucha libre’, quien decidió ser parte del concurso el año 2025. “Tanto Emilia como Jorge sirven como antecedentes para saber cuáles son las posibilidades que puedes tener al participar en este tipo de concursos, independientemente del resultado final. Al participar uno genera contactos, hay una suerte de lobby, que en mi caso me puede permitir hacer otro tipo de cosas más allá de la lucha libre, abrirme puertas laborales en el mundo del espectáculo. Quién sabe si en un futuro puedo llegar a la televisión, haciendo comerciales, tal y como Emilia o Jorge”.
De acuerdo al programa de televisión ‘Only Fama’, Emilia Dides se habría convertido -supuestamente- en la influencer chilena del año 2025, cobrando $12 millones por una publicación en su feed, $15 millones por un post colaborativo y $4 millones por una historia en su Instagram, el cual acumula 2.1 millones de seguidores, superando incluso a la actual Miss Universe Victoria Kjaer, quien tiene 886 mil seguidores en la misma red social. En el caso de Jorge Aldoney, además de participar de diversas activaciones como influencer, también ha sido host de concursos de belleza, el programa de streaming ‘Espiando la casa’ y concursante del programa de lucha ‘Celebrity Combat’ en Perú.
Según Keno Manzur este tipo de certámenes siempre han sido plataformas que han servido para lanzar carreras en la industria del entretenimiento. “Si te pones a pensar, varios rostros de la televisión y el espectáculo han pasado por concursos como estos. Por ejemplo, Marlen, Kenita, Tonka, Cecilia, Claudia Conserva, todas ellas participaron en concursos de belleza. Es una buena plataforma y es normal que personas del ambiente de la televisión, redes sociales, actuación, se interesen. Siempre ha estado presente en la farándula”. Un hecho con lo que concuerda Ariel Cordero, quien destaca cómo diferentes figuras han utilizado el Miss Universe como una manera de darle un vuelco a sus ya establecidas carreras televisivas. “El año pasado participó Emilia Dides que había ganado un programa de televisión -‘Rojo: El color del talento’ (2019)-, también estaba la Fran Maira. Este año está participando Catalina Palacios, quien tiene una carrera televisiva súper larga en programas juveniles”.
Sin embargo, no todo se trataría de un re-branding, según Cordero, sino que también hay una parte social… o al menos eso se ha intentado impulsar. “Yo siempre he sentido que la belleza o lo hegemónico puede servir como un caballo de Troya para poder entregar un mensaje más profundo. Muchas veces he sido interpelada por la sociedad y mi misma comunidad porque sienten que me ‘entregué’ al sistema, y la verdad es que no es así. Yo soy la versión que siempre he soñado de mi misma y nada más que eso, y si esta versión me permite entregar un mensaje que me interesa es genial. En mi caso tengo una ONG, que se llama Entrelazados, con la que trabajo con jóvenes LGBTQ+ de toda la región Metropolitana. También colaboro con otras instituciones como Fundaciones Iguales, el sindicato Amanda Jofré y Acción Diversas. En ese sentido, siento que mi belleza es una herramienta para llevar un mensaje socialmente relevante”.
En el caso de Kaempfer, aún cuando la organización de Mister Chile no impulsa tanto el lado social como sí lo hace en Miss Universe, a él sí le interesa impulsar ciertos temas que dialogan con su propia historia. “Me gustaría trabajar por la descentralización de oportunidades para personas talentosas de este país, las cuales no tienen las mismas opciones que aquellas que viven en Santiago. En mi caso, por ejemplo, soy de Valdivia y siempre quise ser actor pero estando en el sur nunca tuve la oportunidad de hacer castings o acceder a una escuela y universidad bacán. Yo tuve que armarme de valor y apostar por este tipo de oportunidades, pero imagínate a las personas que no tienen la personalidad o la base familiar para hacerlo, están desperdiciando su talento por la falta de oportunidades”.
Galio: ¿Consideras que este tipo de certámenes son positivos para la sociedad?
Hans: Creo que actualmente los certámenes están tratando de cambiar la idea que se tenía antes, que se trata de puros gallos que se creen ricos o minas egocéntricas. Los certámenes están dando mucho énfasis no solo en las causas sociales a las que defienden cada concursante, sino que también a sus vidas, sus cualidades y experiencias, en el mensaje que le puede entregar al mundo, que va más allá de ser bonito. Muchas niñas ven en Emilia Dides como un modelo a seguir no necesariamente porque es bonita, sino que porque utiliza su encanto para así mostrar otras facetas de ella, como el canto. En el caso de Jorge Aldoney, usó su la plataforma de Mister Chile para poder participar en un reality show y así tener un impacto mediático, mostrar su carisma más allá de tener un cara socialmente considerada bonita.
Galio: Entendiendo entonces que se busca hablar de problemáticas sociales, ¿es este tipo de certámenes político?
Ariel: Una miss es una embajadora, una comunicadora, una persona que cumple el rol de llevar un mensaje a distintos lugares y como tal tiene que tener pensamiento crítico. El certámen en ningún caso tiene pauteado cómo tienes que pensar o no acerca del aborto o sobre algún tema que despierte lo moral o lo ético en las personas. De hecho, justamente por eso es que te lo preguntan, para que todas las candidatas tengan una opinión y que puedan defenderla y justificar.
Galio: Pero me imagino que hay ciertas líneas de pensamiento que tiene la organización. Lo digo porque, por ejemplo, Donald Trump fue propietario de Miss Universe desde 1996 a 2015, por lo que debe haber tenido algún tipo de influencia.
Keno: Estos certámenes no tienen nada de político, de hecho las candidatas tienden a no hablar ni de política, ni de religión, ni de temas muy controversiales porque la idea es fomentar la buena onda. Lo rico es que hay países que sí cuentan con apoyo de sus gobiernos por lo que las candidatas reciben recursos y apoyo monetario.
Ariel: Miss Universo es una empresa que vende licencias a diferentes países, y como es una empresa cada cierto tiempo tiene cambios organizacionales. Yo creo que dependiendo de quién tome la licencia el certamen va a tener un tinte político distinto, porque va a tener una administración con un pensamiento propio, una mirada de entender el mundo.
Hans: A mi no me gusta hablar de política porque siento que divide a la gente. Dentro del concurso todas las personas tratamos de llevarnos bien, independiente de cuál sea su pensamiento ideológico o su historia.
Respecto al futuro, tanto Hans como Ariel esperan ganar sus respectivos certámenes, aludiendo a que han trabajado para destacar y así ser los representantes de Chile en el extranjero. “Luego de ganar deseo seguir aportando con mi mirada y mi mensaje de las realidades diversas. Por supuesto sé que existen muchas más injusticias, situaciones o fenómenos sociales que también merecen tener relevancia, pero actualmente esa es mi bandera de lucha, esa es la que me representa, esa es la que he vivido por más de treinta años. Desde mi rol como psicóloga quiero darle más importancia a la salud mental, tal vez ayudar a generar políticas que estén enfocadas en ella”, dice Ariel.
“Comencé el certamen con la mentalidad de conocer un mundo nuevo, adquirir conocimientos y ganar experiencia en un rubro que es completamente distinto a lo que hago yo. No estaba con la mentalidad de competir, de ganar, pero hoy por hoy eso ya ha cambiado, y no creo que esté pecando de arrogancia si me imagino como el próximo Mister Chile. Creo que sería una buena evolución para El Niño Bonito, que ya tiene 26 años y no es tan niño”, explica Hans.
* Al cierre de este artículo tanto Miss Universe Chile como Mister Chile finalizaron. Ariel Cordero llegó al top 20, y la influencer Inna Moll fue coronada como ganadora. Hans Kaempfer quedó en sexto lugar y recibió el premio de Mister Simpatía, siendo el gran vencedor el modelo Bastián Flores Carvajal.
Referencias
Burgos, J., & Santibáñez, L. (2025, enero 28). ¿No solo una cara bonita? Concursos de belleza entre la inclusión, activismo y el empoderamiento. El Mostrador.
TVN. (2025, junio 9). La influencer chilena mejor pagada: Emilia Dides lidera el ranking 2025.