Mycoze busca crear un espacio seguro y un ambiente creativo para mujeres, queers, trans y personas no binarias, deconstruyendo conceptos como fatshaming y slutshaming a través del arte. Amante de los granos y de la suavidad de las luces, utiliza una cámara análoga Pentax K1000 para componer un lenguaje visual propio, donde las personas marginadas pueden reclamar sus cuerpos.
¿Qué buscas mostrar por medio de tu trabajo?
Como fotógrafa, quiero facilitar la creación de nuevas imágenes en la representación del cuerpo, para que sean más fieles a las modelos. Mi objetivo es diversificar el paisaje estético que nos rodea, y también brindar una nueva perspectiva sobre nuestra relación con el cuerpo.
¿Por qué consideras que es importante mostrar cuerpos diferentes y diversos?
El objetivo de mi trabajo está en ofrecer un espacio que permita que mis modelos se expresen. Tienen el poder de representarse a sí mismes, por eso que considero esencial darles un espacio para escribir, si se sienten cómodes con ello. El consentimiento es clave. Mi trabajo se vuelve político a causa de mis modelos. Pienso que las colaboraciones son muy importantes en este contexto. Es importante trabajar con personas marginadas, ya que todos necesitan ver diversidad en vez de los mismos cuerpos blancos y delgados representados en el arte. También quiero deconstruir las normas que rodean al cuerpo y el slutshaming que tenemos internalizado.
Te defines como una fotógrafa queer y feminista prosex. ¿Por qué piensas que la liberación sexual es importante? ¿Cómo intentas mostrar esa liberación en tu arte?
Vivimos en una sociedad en donde la violencia sexual está normalizada. Nuestro modelo de la sexualidad es la pornografía mainstream y/o programas que nos animan a abstenernos sexualmente. Nuestros cuerpos son controlados y asaltados. No sabemos cómo darnos placer a nosotros mismos, vemos la penetración como la clave de una sexualidad plena.
¿Cómo eliges a las personas que fotografías? ¿Usualmente conoces a las modelos?
Intento priorizar a las personas marginadas, gordas, discapacitadas, etc. La mayoría del tiempo no conozco realmente a las personas con las que trabajo, razón por la cual siempre nos reunimos antes de la sesión fotográfica a conversar sobre el proyecto y sobre sus límites y expectativas.
Colaboración con Lydia
Texto por Lydia, 2018
Yo soy una bella mujer negra y gorda.
¿Te molesta que use ambas palabras, gorda y bella, en la misma oración?
Yo me odiaba a mí misma, odiaba el cuerpo en el que vivía. Me odiaba a mí misma por ser gorda. La palabra que la mayoría de la gente asocia con lo feo. Siempre sentí que no era deseable. Sentí que debía verme flaca como la mayoría de nuestra sociedad. Crecí y me pregunte a mí misma por qué dejo que la visión de otros afecte la mía, y todo cambió ese día.
Comencé a ver mi cuerpo por lo que era: un maldito regalo. Paré de escuchar lo que los otros tenían que decir, porque después de todo, yo soy la que vive en él. Pero después de aceptarlo, necesitaba adueñarme de él. Adquirir confianza es difícil, y sigo aprendiendo a hacerlo. Pienso que el primer paso está en salir de tu zona de confort y en encontrar algo que te empodere. Así que eso fue lo que hice.
Yo siempre amé la fotografía y todo lo que toque el arte. Cuando me encontré con este fantástico trabajo, lo supe. Supe que había encontrado lo que quería. El día de las fotos, me sentí en un espacio seguro y trabaje con personas maravillosas. Fui desnuda al centro del hermoso set y lo hice. Nunca en mi vida pensé que yo iba a hacer algo así, y lo amé. Me sentí tan bella entre los pequeños jarrones y las flores. Me sentí empoderada y sentí que mi cuerpo gordo era una pieza de arte. Ese es el sentimiento que busco cada día desde ese momento. Sentirme bella, gorda, empoderada y feliz, porque eso es lo que soy.
–Lydia
Colaboración con modelo anónima
The beauty that you’ll never touch, 2018
Desde muy joven, he arropado tu disgusto muy profundamente en el surco de mi cuello. Cara bella, tú dices. Un cuerpo de mierda, pero una cara bella. Bella para uno grande. Mi cerebro guarda tus palabras y luego las repite. Siempre algo que decir sobre mi cuerpo. Freak de circo.
Mierda.
Me pongo este pequeño bikini para dejar que el sol acaricie mi cuerpo. Tus ojos de víbora me son indiferentes. Me pongo una delgada capa de protector solar. Mis pequeñas manos en la inmensidad de la blancura de mis muslos. Todo se mueve. Mi cuerpo te aterra y fascina al mismo tiempo. Tú estás escuchando TVA News, sensacionalismo, te gusta bastante eso. Mi cuerpo es sensacional. Mi mano se pierde entre mi espalda y estomago. La blancura de la crema en mis estrías rojas. Ahí está todo este cuerpo que debo esconder bajo un buzo gris y una pollera beige. Todo este cuerpo que nunca debo mostrar acostado sobre una toalla de piscina. Soy la reina del campamento.
Soy libre.
Tus ojos todavía son penetrantes, pero ya no dañan mi piel.
Entro al agua.
El líquido tibio envuelve tiernamente mi carne. Voy lejos dentro de la pequeña laguna artificial.
Lejos de todo, lejos de ti.
Colaboración con Fatim Yassine Sirois Sanoussi
Brunch, 2018
Mi cuerpo en un lugar terrorífico y empoderado en el cual estar, acarrea una declaración política que sirve a un propósito mayor que mi propia vida, incluso cuando no soy consciente de ello, ni cuando pienso en ello.
Mi cuerpo es representado raramente por los medios como un cuerpo positivo y poderoso.
Mi cuerpo es negro.
Mi cuerpo es gordo.
Mi cuerpo el alto.
Mi cuerpo es curvo.
Mi cuerpo tiene fallas.
Mi cuerpo es mío.
Mi cuerpo es mágico.
Mi cuerpo no es para tus sentimientos, tus comentarios o tus opiniones.
Estas fotos capturan un suave representación del cuerpo en el que vivo.
–Fatim
Colaboración con Chloé
Chloé, 2017
Colaboración con Inès
Es un universo que dirige el cuerpo. Lo desexualiza y proyecta fuera del cuerpo físico que se le es dado. Juega con la decoración, los colores y texturas. Le da acceso a la intimidad, la que está expresada en una desnudez traviesa.
–Inès
Instagram: @mycoze_