Paulina Flores, escritora: “Los chilenos amamos de una manera muy política” - Galio
Entrevista
25/04/2025

Paulina Flores, escritora: “Los chilenos amamos de una manera muy política”

Paulina Flores estrenó su último libro ‘La próxima vez que te vea, te mato’, una oda a las Becas Chile, el poliamor y la (in)salubridad mental. Hablamos con la escritora chilena vía Zoom, mientras se fumaba un cigarro post gimnasio.

Cuando la editorial de Paulina Flores recibió el manuscrito de su última novela probablemente pensaron -parafraseando a ‘superficial’ de Akriila- “¿Paulina Flores, es weona?”. Ya que la escritora decidió incluir en el título una de las pocas palabras censuradas por todas las redes sociales: ‘matar’. Motivo por el cual no puede publicar ninguna foto donde aparezca el nombre de su libro completo.

Pero no, Paulina Flores no es weona sino que es solo una persona que cree en la belleza de la escritura per se, es decir, sin pensar ni en un lector ideal, ni en un título, ni en la publicidad que tendrá. “Cuando escribo voy sin brújula, sin mapa, es como que voy sin carga en el celular, voy en el delirio”, dice la autora.

Paulina Flores nació en 1988 y creció en Conchalí, Chile. Ingresó a estudiar Lengua y Literatura Hispánica en la Universidad de Chile y posteriormente se dedicó a hacer clases en un liceo 2×1. En ese mismo periodo comenzaría a escribir sus primeros cuentos que luego formarían parte del libro, ‘Qué vergüenza’ (Hueders, 2015; Seix Barral, 2016). Una compilación de nueve relatos que narran lo hermoso y horrible que es ser pobre en Chile.

Seis años más tarde, y con la crítica especializada de su lado, Flores decidiría mudarse a Barcelona, España, para estudiar un Máster en Escritura Creativa. Ese mismo año publicó su segundo libro y primera novela, ‘Isla decepción’ (Seix Barral, 2021), inspirada en los casos reales de marineros asiáticos que prefieren saltar de los barcos-factorías antes que seguir soportando explotación laboral.

Hoy es hoy, y una Paulina completamente instalada en España lanza su tercer libro ‘La próxima vez que te vea, te mato’ (Anagrama, 2025). Una tragicomedia protagonizada por Javiera, joven chilena que ha llegado a Barcelona gracias a una beca de posgrado en Literatura (tragicomedia y ¿autoficción?), que por cosas del destino decide matar a su enamorado con quien comparte una relación ‘poliamorosa’. Obra que parte con su final, es decir, la muerte de uno de los personajes, y que obliga a leer todo lo ocurrido previamente para así entender cómo se llegó a tal situación. “La muerte como final me parece muy interesante. A mí me cuestan mucho los finales de todo tipo, en las cosas que escribo e incluso en mis relaciones personales [se ríe]. Es bacán la capacidad que tiene la escritura de permitirme poner en suspenso la muerte por todo el relato”.

La muerte como tema no es nuevo para Flores, tampoco lo es el drama, lo pícaro y el atado millennial, el cual ha logrado tocar y desarrollar a través de diferentes formatos. Pasando por los cuentos breves, una novela contemplativa donde pareciera que nada ocurre nunca, hasta llegar a ‘La próxima vez…’ donde los personajes actúan y piensan atropellandose los unos a los otros. “En ‘Isla decepción’ estaba leyendo mucho sobre budismo, meditando, estaba muy en contra de la hegemonía cultural estadounidense, del argumento, la trama y el conflicto como la fuerza impulsora de cualquier narrativa, que es algo estadounidense y que uno puede ver en todas las series de Netflix. Quería que el libro fuera como unas vacaciones baratas para el lector, que fuera un lugar donde alguien pudiera sentirse fuera de una ciudad alienante. Pero con ‘La próxima vez…’ ya se me pasó, o sea, no me reconcilié con la hegemonía y con todo el imperialismo del entretenimiento pero sí con los escritores estadounidenses con los que partí leyendo y que son parte de mi formación”.

El 18 de octubre de 2019 dieron inicio una serie de protestas en contra de la desigualdades sociales que aquejan a Chile, un fenómeno que luego sería conocido como ‘estallido social’ y que llevaría al país a un proceso para cambiar su constitución impuesta en la dictadura de Augusto Pinochet.

Para Flores las manifestaciones fueron clave, no solo porque protestó e inhaló más gas lacrimógeno del que debería, sino que también porque habían inspirado su próximo libro protagonizado por niños del Sename… pero todo eso se fue a la mierda con el resultado de las votaciones de 2023 que decidieron mantener la constitución de Pinochet. “A mí me rompió el corazón, me hizo replantearme muchas cosas, como el poner toda mi energía en algo, en un libro por ejemplo, ¿para qué?”. Estaba en la desolación pura y por eso dije, ‘bueno, voy a escribir una novela de amor’. Pero igual el amor está super traspasado por el sistema económico porque qué es enamorarse en el capitalismo actual. Siento que los chilenos amamos de una manera muy política. Alejandro Paz lo dice en una canción, ‘Yo soy resentido, sentimental y políticamente’, ahí hay una escuela de Violeta Parra, de Víctor Jara y de Jorge González, y creo que eso está también en la novela”.

Y es que ‘La próxima vez…’ no solo trata de ‘las aventura de una becas chile donde la precariedad es forzada’, como diría una persona en X [ex Twitter]. Sino que es el relato de una migrante que mientras estudia debe lidiar con la gentrificación, la postcolonización, el feminismo de la cuarta ola y el capitalismo como mediador del romance; cosas reales y no solo de un sector progre-woke-ñuñoino. “Creo que hay algo universal en este relato porque aún cuando Javiera vive en Barcelona su historia me hace recordar a la Carmela de la ‘La pérgola de las flores’. Todo está permeado por el tema de la salida al mundo, sumado al costo de la vida, la estafa en que se está convirtiendo el encontrar arriendo, la desprotección social, y todo eso mezclado con amor y muerte”.

“La novela habla de amor pero también habla de un sistema económico por el cual se rigen todas las normas”, continúa Flores. “Es difícil amar verdaderamente en el mundo actual. Se supone que elegimos, se supone que somos libres, que escuchamos la música que queremos, que vemos las películas que queremos, que nos enamoramos cómo y de quienes queremos, pero en realidad nos enamoramos en base a haber visto ‘In the mood for love’ de Wong Kar-wai o escuchado una canción de Lana del Rey o Silvio Rodríguez. ¿Cuánto nos engañamos conscientemente para al menos oler la libertad?”.

En 1941 la escritora chilena María Luisa Bombal le disparó a su ex pareja, el aristócrata y empresario, Eulogio Sánchez Errázuriz. En 1956 la también escritora chilena María Carolina Geel asesinó de un disparo a su pareja, el periodista y diplomático Raúl Bianchi. Es el siglo XXI y la escritora chilena Javiera planea continuar la tradición disparándole a su pareja Manuel, pero esta vez ambos protagonistas son ficticios. “No sé si habrá una tradición de femme fatales chilenas, pero naturalmente si quería hablar de una mujer asesina tenía que meterme con la historia del arquetipo”.

Para esto último, Paulina buscó no solo inspiración en la cantante Lana del Rey, a quien ‘admira tanto como letrista y poeta’, sino que también leyó ‘Las homicidas’ de Alia Trabucco, que analiza los casos de cuatro mujeres chilenas del siglo XX que cometieron asesinato, y ‘Ausencia y exceso’ de Francina Ribes, que examina a las asesinas lesbianas y bisexuales del cine noir de los 90s. “El asunto es que una mujer nunca puede ser solamente asesina, como un hombre, una asesina siempre es sexy además”, explica la escritora.

“Cuando estoy escribiendo una novela me obsesiono con un tema. Empiezo a leer todo sobre eso y empiezo a hablarle a mis amigos sobre eso, y en el caso de este libro el tema fue la muerte”. Un tópico que por lo pronto no espera soltar, ya que su próxima novela, que espera comenzar a escribir en junio de este año, también lo tendrá como punto central. “Quiero trabajar otra vez con la muerte pero esta vez en una cosa más generacional, con adultos mayores, con adolescentes, con fantasmas y que haya harta fiesta entremedio, un carrete propio del infierno”.

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