Lancaster Studio: sastrería queer que desafía el binarismo desde Barcelona
En Barcelona, un nuevo espacio está cambiando la forma en que entendemos la sastrería. Se trata de Lancaster Studio, el proyecto fundado por Ari Rovira que se presenta como la primera sastrería queer de la ciudad, diseñada para vestir a cuerpos e identidades fuera de las normas tradicionales de género.
A diferencia del modelo clásico de producción por temporadas, Lancaster trabaja bajo un enfoque a medida, colaborando directamente con las personas que van a vestir las prendas. Cada pieza es resultado de un proceso de escucha y diálogo, pensado para responder a necesidades específicas de quienes, históricamente, han quedado fuera del sistema de la moda. “Lancaster Studio permite que podamos vestir lo que realmente queremos, y no lo único a lo que tenemos acceso”, explica Ari.
Desde su identidad butch, Ari apuesta por una sastrería que se aleja de los patrones binarios tradicionales, recuperando técnicas del oficio con una mirada actual y política. El taller ha creado prendas únicas para figuras reconocidas de la escena cultural y queer de Barcelona, como la cineasta Alba Cros, la realizadora Marina Freixa, la activista Maia Jenkinson o la coordinadora de intimidad Lola Clavo.
Más que una marca, Lancaster es una respuesta a una necesidad concreta: la de contar con un espacio seguro donde vestirse no implique encajar en una categoría impuesta. La toma de medidas, el patronaje y la confección se entienden aquí como procesos sensibles, donde el cuerpo es protagonista.
Con una práctica que cruza el diseño, la sostenibilidad y la representación, Lancaster Studio propone una nueva forma de relacionarnos con la ropa: más libre, más honesta y más alineada con quienes somos.
“Lo que estamos haciendo no es solo sastrería, es escuchar y vestir a cuerpos e identidades que han sido históricamente ignorados.” — Ari Rovira