Formas de Libertad (2013) abre con la figura del Triangulo Rosa utilizado en los campos de concentración Nazi para identificar a los prisioneros homosexuales. ¿Cuál crees que la importancia de este símbolo en la historia del movimiento LGBTQAI+ en el mundo y América Latina específicamente?
Formas de Libertad es una pieza que revisa la historia de los movimientos sexo-génericos a través del siglo XX y XXI. Esta pone énfasis en la historia del Triángulo Rosa, símbolo que representa fundamentalmente la violencia ejercida históricamente en contra de los homosexuales.
La pieza resalta cómo los movimientos homosexuales en los años 70 se apoderaron del símbolo, y lo convirtieron en una suerte de monumento a la memoria de la represión, otorgándole, al mismo tiempo, un nuevo significado: El homenajear a los prisioneros que murieron en los campos de concentración Nazi, y el demostrar que, aún hoy en día, continúa la lucha por la reivindicación del derecho a existir.
Sin embargo, en la actualidad, los grupos LGBTQI internacionales se han enfocado en la igualdad, la diversidad y la tolerancia, tomando a la “bandera del arcoíris” como emblema de lucha. Por ello, el proyecto revisa los origines de las luchas de las minorías sexo-génericas, poniendo atención en ese viraje asimilacionista del “nosotrxs somos iguales a ustedes”, el cual ha significado cambios para algunos, pero a costa del olvido de la propia historia del movimiento.
Entendiendo que han existido numerosos procesos de colonización políticos, económicos y culturales en Latinoamérica, ¿crees que es apropiado hacer uso de la palabra anglo queer en el debate latino?
Sin duda el término queer es otra imposición colonial, como lo ha sido la teoría queer, que tiene sus orígenes en los Estados Unidos y en Europa, desarrollándose, por tanto, bajo preceptos epistemológicos y filosóficos de esas regiones. De igual forma, el marco del activismo LGBTQI internacional -su origen, foco e hitos- corresponden a problemas del norte global, dejando su aplicación en el sur global miope, sin entender las diferencias de realidades y problemáticas locales.
En los últimos años ha sido muy enriquecedor ver pensadores y activistas en América Latina rechazar estos términos y su aplicación, desarrollando así maneras de decolonizar el pensamiento, las estrategias del activismo y el lenguaje. Así, se comienza a mirar más de cerca las necesidades de las comunidades vulnerables, pensando en cuáles y cómo se deben plantear sus luchas por los derechos locales.
Justamente en Chile en junio un activista me contó acerca de un grupo boliviano de hombres indígenas homosexuales, “Maricas Bolivia”, los cuales han desarrollado un lenguaje de oposición a la denominación gay, apropiándose así del insulto “marica”. No obstante, esto va más allá del lenguaje. Lo que postulan es un rechazo a los sistemas clasistas, racistas y sexistas asociados con lo gay y buscan una forma de identificarse que sea más plural y menos asimilada.
En el último tiempo la experiencia trans ha cobrado gran exposición en Chile, en especial gracias al trabajo de Daniela Vega, Helénia Melán y las organizaciones en pro de las diversidades. En este sentido, ¿qué significó para ti trabajar en el proyecto Talentos de Género (2015), archivo de retratos en video de activistas trans e intersexuales de Colombia, Guatemala, India y Estados Unidos?
Talentos de Género es una obra fundamental en mi cuerpo de trabajo, ya que articula precisamente la necesidad y la importancia de documentar a los grupos más oprimidos por la sociedad (como los trans, trabajadorxs sexuales, personas no-binarias, grupos indígenas, etc.), los cuales han forjado herramientas de empoderamiento a través del activismo y la construcción de un lenguaje. Esto no solo en contra del poder heteronormado dominante, sino que también en contra de los mismos grupos LGBTQI, los cuales han históricamente excluido a estas poblaciones de sus luchas por la representación.
Comencé este proyecto en el año 2012 con la idea de crear una estrategia de (auto)representación basada en la colaboración, a través de la cual las personas vinculadas con estas organizaciones pudieran utilizar los recursos (institucionales, económicos, y de visibilidad) y los míos como un artista con cierto reconocimiento, para su propio beneficio.
A través de este proyecto, financiado por instituciones culturales, pudimos desarrollar un archivo de retratos que fue utilizado por los grupos trans e intersexuales para conseguir financiación y visibilidad para sus propias actividades, más allá del campo cultural, siendo concebidos por sus propias líderezas, y con mi asesoría.
Los primeros diez años de tu carrera se centraron principalmente en el concepto de democracia y sus efectos en la construcción de los individuos. ¿De qué manera esta etapa previa ayudó en tus obras más reciente sobre políticas sexogénericas?
Mi trabajo sigue enfocado en el concepto de la democracia y en el insistir de la injusticia social que vive dentro de las comunidades sexo-genéricas. Esta es una parte fundamental de las fallas de la democracia, un sistema que promete la igualdad de la representación pero que continúa siendo fundamentalmente heteronormativo y discriminatorio.
¿Cuáles son tus planes a futuro?
En este momento estoy comenzando un proyecto acerca de la inmigración de indocumentados Latinoamericanos homosexuales y trans a los Estados Unidos, en específico de los jóvenes “Dreamers”, y los retos que viven durante el tiránico régimen Trumpista.
La exposición Formas de Libertad de Carlos Motta está abierta al público en la Galería Visual de Matucana 100 del 4 de julio al 2 de septiembre. Día martes y miércoles de 11:00 a 18:00 hrs., jueves y viernes de 11:00 a 21:00 hrs., sábados de 12:00 a 21:00 hrs., y domingos de 12:00 a 20:00 hrs. Entrada Liberada.