A 30 años del estreno de “Paris Is Burning” –el documental que registró la escena Ballroom en los años 90’s en Nueva York–, esta escena se encuentra más viva que nunca, con nuevas ideas que apuestan a una mayor diversidad y un menor binarismo, con la misma explosión de colores, efectos y performances de siempre.
Durante décadas el Ballroom ha sido un espacio seguro para la comunidad LGBTQIA+, un lugar donde las disidencias sexuales pueden expresarse libremente, especialmente las personas queer racializadas. Se trata de una comunidad en la que se puede encontrar la aceptación y la familia que muchas veces no se encuentra en la sociedad heteronormativa en la que vivimos.
El director y fotógrafo argentino Leo Adef viajó a Berlín para documentar la escena ballroom local. Su trabajo explora de una forma muy íntima la identidad, la juventud, el amor y la sexualidad a través de los personajes que retrata en sus diversos proyectos.
¿Por qué te interesaste en documentar esta escena, y cuanto tiempo estuviste grabando?
Mi trabajo siempre ha sido una forma de explorar, experimentar y tratar de conocerme un poco más a mi a través de las personas que retrato. Hace algunos meses me llamaron para realizar en Berlin una colaboración con una marca y allí conocí a estxs performers y su comunidad. Conecté muchísimo con ellxs y desde el primer momento supe que quería hacer algo más. Llevo muchos años documentando la escena queer de Barcelona y fue súper interesante ver lo que estaba pasando en otra ciudad. Estuve una semana en ahí y cada día que pasaba se ponía más interesante. Se iban abriendo cada vez más conmigo y eso fue super conmovedor. Me quedo con la sensación de que queda mucho por hacer y mucho por cambiar en la sociedad, pero me da esperanza cada vez que conozco personas así.
¿Por qué crees que es importante documentar las vivencias queer?
Porque creo que todxs necesitamos sentirnos identificadxs, representadxs. Habiendo crecido en Buenos Aires en los 90s y sin internet, tardé mucho en encontrar referentes, personas e historias a través de las cuales poder entender quién era, qué cosas me pasaban, qué sentía. Es por esto que esas son las historias que me gusta contar, las que me gustaría que me hubiesen contado cuando estaba perdido y angustiado en mi habitación sin poder entender quién era o qué me pasaba.
