Reportaje
11/02/2022
11/02/2022

La new wave de los tatuajes en Latinoamérica

Los tatuadores ya notaron un cambio: los latinos se tatúan más que hace unos años. ¿Las razones? Hay muchas. Lo asocian al cambios en la sociedad, mayor oferta de artistas, conocimiento sobre el tatuaje y hasta por la pandemia. En cada lugar es distinto, pero convergen en que tatuar y ser tatuado ha vuelto a masificarse.

 

Hablamos con ocho exponentes de la escena del tatuaje en Latinoamérica. Tatuadores de Argentina, Colombia, México, Perú, Brasil y Chile nos cuentan sus apreciaciones sobre el nuevo auge de este arte y la forma en que se ha comportado en los últimos años dentro del continente.

 

 

Todo en llamas, tatuador en México:

 

 

 

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“Yo creo que es la educación y el acceso a la información que hace que la gente llegue al tatuaje»

 

Elio García (36), conocido en Instagram como “Todo en llamas” es venezolano pero reside y tatua en México desde hace más de cinco años. Hace diez que está inmerso en la escena del tatuaje en Latinoamérica y ha pasado por países como Argentina, Colombia, Perú, Panamá, entre otros lugares en los que ha podido generar comunidad.

 

Si le preguntan cuál es su estilo prefiere no definirlo, pero por ahora le gusta experimentar con el tatuaje americano y oriental creando un mashupo “ensaladas” como él dice. Cuenta que lo fue desarrollando los últimos años ya que su escuela fueron los estudios de tatuajes comerciales “batalleros” donde tenía que tatuar de todos los estilos.

 

Actualmente trabaja en su estudio “True warriors Tattoo” y cuenta que los clientes llegan pidiendo sus diseños en específico, él cree que es debido a las redes sociales y la era digital.  “Ha sido un boom, antes era solo por Googleo estudios comerciales y era difícil de vender”, relata. México es conocido por ser uno de los países pioneros en el tatuaje latino, “hay mucha gente buena tatuando, desde antes hasta ahora, por lo que hay que subir el nivel y acoplarse”, concluye

 

 

 

 

Eva Lea-Plaza, tatuadora chilena:

 

 

 

 

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“De repente comenzamos a tatuar a gente normal como ingenieros, médicos, enfermeros y con tatuajes notorios”

 

Eva (25) lleva tatuando ocho años y conoce la escena chilena desde los 14 debido a la música, en ese entones la tocatas dehardcore punkestaban vinculadas al tatuaje. Después de ser aprendiz y mucha practica logró generar su propia estética basada en tatuaje tradicional con el modelo de color CMYK (Cyan, Magenta, Yellow y Key). Este nacio con la idea de mezclar su trabajo con su carrera de diseñadora. “Esa es la base, me encantan los colores brillantes y la gente se animó”, afirma la artista.

 

Ella comenta que debido a la pandemia tuvo un auge de “mil porciento”, y lo relaciona a que los clientes usaron su dinero en tatuajes porque ya no podían hacer otras cosas. “Todo el último año y medio he duplicado mis ganancias”, revela.

 

Hace poco tuvo la posibilidad de ir a tatuar a México, y asegura que “Latinoamérica mejoró su nivel en un par de años y ahora es solo para arriba”. Al estar dentro del mundo del tatuaje dice que se hacen microcomunidades, y que para mantenerte en el tiempo, debes unirte. “Lo más lindo del sentido de unidad es que estás protegido y contenido, es como una familia”. Actualmente se encuentra tatuando en el estudio chileno Fury Art.

 

 

 

 

Kasualink, tatuador colombiano:

 

 

 

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“El tatuaje es una forma de expresar la libertad que poseemos, es un distintivo que dice esto soy yo.”

 

Hay personas en Colombia que reconocen los tatuajes del artista en la calle. Generalmente ven animales como pandas y tortugas o flores como girasoles y tulipanes. El tatuador (28) define su estilo como fine line, de trazos delicados. Desde hace 1 año los clientes comenzaron a tatuarse con él debido a eso. Empezó a tatuar hace 5 años y todo partió por una pregunta, ¿Y si me pongo a tatuar?, y su pareja de ese entonces le respondió “¿Bueno y entonces usted porqué no tatúa? Dejó sus estudios de veterinaria y se sumergió en la escena del tatuaje.

 

Desde ese entonces ha viajado a países como Estados Unidos, Panamá, Argentina y Uruguay. “Cuando salgo a tatuar se convierte en un paseo porque hago lo que me gusta y no siento que esté trabajando”, asegura. Él opina que la gente comenzó a tatuarse más por la época en la que vivimos. “En Latinoamérica han habido muchas movidas de rebeldía, hay personas que no están de acuerdo con la sociedad y el tatuaje es una forma de expresar la libertad”, y agrega, “yo creo que esto es algo que no tiene freno”.

 

 

 

 

Carta asesina, tatuadora en Brasil:

 

 

 

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“Están menos cerrados a que hay cosas que no se pueden hacer, vieron que sí y no pasa nada”

 

Según Mapa (26) tatuadora chilena en Brasil, Sao Paulo específicamente, el auge del tatuaje fue mucho antes que en Chile o Latinoamérica. Ella fue de visita en 2018 y vio a mucha gente tatuada en la calle, incluso a personas mayores. Por eso decidió irse para allá a ver si podía trabajar. Gracias a una amiga la acogieron en una residencia cultural, ella cree que eso la ayudó. “Cuando una se vincula con gente que le gusta el arte te abre varias puertas”, afirma. Ya lleva 5 años tatuando allá.

 

Comenzó a tatuar en 2017 y lo hizo para expresarse mediante el dibujo, no así por la técnica, y cuando la gente conoció su trabajo le empezó a ir bien. “Gracias al boca en boca e Instagram pude tatuar. No me imagino una escena del tatuaje antes de las redes sociales en la que hubiera podido tatuar mis dibujos”, reflexiona.

 

Por la pandemia en el 2020 tuvo que cerrar por 5 meses, pero cuando abrió su agenda se llenó. Ella lo asocia a que la gente se mira más a sí misma y a que tenían dinero que usaban para otras cosas. “Antes solo un tipo de persona se tatuaba, ahora se expandió a diferentes grupos”, asegura.

 

 

 

 

Vicky Monté, tatuadora argentina:

 

 

 

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“Las personas están más atrevidas, con más libertad, quizá ahora les importa menos lo que diga el otro”

 

Muchos de sus clientes llegan a su estudio a tatuarse por primera vez. Vicky (30) se lo atribuye al estilo de sus tatuajes, dibujos más “simples, tiernos y cute”, comenta. “Deben verlo como algo menos satánico y demoníaco, cosas que se les asocia a los tatuajes”, y agrega, “también hay un toque de más libertad, cada vez hay menos estigmas e impedimentos para hacerlo”.

 

Ya que estaba recibiendo tantos clientes, tatuaba de lunes a domingo varias veces en el día, por lo que decidió que este año bajaría un poco su carga laboral. “Oferta de gente que se quiere tatuar hay un montón, yo estoy re agradecida que a la gente le guste mi trabajo”. Actualmente tatua en su estudio personal Espacio Jejey pretende salir del país a tatuar ya sea en Chile, México o Francia que es donde conoce a otros tatuadores.

 

 

 

Paloma Pauca, tatuadora peruana:

 

 

 

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“La gente se dio cuenta de que no pueden seguir aplazando lo que quieren porque la vida es tan corta y las cosas pueden cambiar de un día a otro”

 

Paloma (32) tatúa desde hace solo 3 años. Estudió arte un par de semestres y terminó enseñándole a niños, pero en 2018 por motivacion de unos amigos se animó a renunciar y comenzar a tatuar. Entró a en la escena del tatuaje peruano bajo el nombre de Coffin Tattoo. Actualmente según ella su estilo de tatuaje es tradicional un poco más moderno y siempre moviéndose dentro de la misma paleta de colores.

 

Relata que hace unos años viajó a Chile y se sorprendió por la cantidad de personas tatuadas que vio en la calle. Desde su perspectiva, la cultura del tatuaje en Perú comenzó hace poco y le falta mucho en comparación a Latinoamérica. “Ahora está más normalizado ya que hay acceso a ver cosas fuera del país” y agrega, “hoy puedo ir a un mall y ver gente  trabajando con tatuajes y no es tan tabú”.

 

Tal como los otros países latinos la cantidad de gente que se tatua subió, sobre todo luego de la pandemia. Comenta que dentro de su estudio “Stefano’s Tattoo Studio” trabajaban toda la semana, ella cree que es porque las personas quieren hacer las cosas que estuvieron deseando mucho tiempo. A pesar de esto piensa que es muy “básico” lo que buscan los clientes, pero les ofrecen ideas nuevas para que la cultura del tatuaje siga avanzando y creciendo. “Hay muchos tatuadores nuevos talentosos y el nivel subió muchísimo”, asevera.

 


 

La demanda de tatuajes incrementó en todos los países de Latinoamérica y  los involucrados en la escena esperan que solo siga aumentando. Y es lo más probable por las ganas de tatuarse que demuestran los latinos. El ideal de la mayoría de los artistas es salir a tatuar al exterior para hacer crecer la comunidad, conocer otras escenas y expandir sus conocimientos.

 

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