Hace casi tres años, Maia Jenkinson y Verushka Sirit fundaron el colectivo Me Siento Extraña cuando el famoso bar queer de Barcelona, Candy Darling, les propuso crear un espacio para la comunidad lesbiana de la ciudad. Así surgió el primer lunes de Me Siento Extraña, el primero de muchos.
El día se mantuvo, pero el concepto mutó para que el proyecto “se sienta más revisado y actualizado,” según Verushka. “Comenzó siendo una noche lésbica, pero duró poco llamándose así. Existen muchísimas identidades y disidencias que tampoco tenían un espacio. Sentíamos que, al final, ser parte de la comunidad queer es abrazarnos entre todes,” agrega.
Desde ese entonces, todos los lunes, Me Siento Extraña abre sus puertas a la comunidad FLINTA* (Female, Lesbian/Bi, Intersex, Trans and Agender). El colectivo se define como un “Espacio FLINTA, para disidencias queer; mujerxs, personas no binarias, personas trans, cyborgs & otredades.” Como explica Verushka, “nuestro proyecto es un espacio mixto, pero le damos prioridad a que las personas que performan, actúan, hablan, tatúan, sean personas FLINTA. Para nosotras esto es clave.”
Desde Speed dating, a presentaciones de proyectos artísticos, bingos musicales, sesiones de tatuajes, baile, salas de masaje, lecturas de poemas, conversatorios con reconocidas intelectuales y artistas como Sara Torres, Maria Arnal, Jossy Jaycoff y Brigitte Vasallo. Todo pasa, y todo puede pasar en Candy Darling los lunes.
Me Siento Extraña también ha sido un gran puente para mujeres y disidencias que viajan desde Latinoamérica, abriendo sus puertas para que puedan presentar sus diversos proyectos. Por ahí pasaron chilenxs como el poeta Jota Elmes, la tatuadora @colombailustra, les DJ M8NSE, Sofía Macchiavello, y muchísimos artistas latinos como Barbi Recanati y Paula Trama.
Conversamos con Maia y Verushka, para comprender más en profundidad el colectivo que crearon, y para entender el papel que juegan en su comunidad.
¿Cómo surgió Me Siento Extraña (MSE)? ¿Por qué le pusieron ese nombre?
Maia: El nombre viene de una de las primeras películas lésbicas españolas, que se llama Me Siento Extraña, del 1977. Nos pareció maravilloso este nombre, porque al final queríamos un espacio para personas que se sienten extrañas en el mundo que habitamos.
Verushka: Realmente no ha habido una instancia para sentarnos a conceptualizar qué queríamos hacer con MSE. El proyecto comenzó con esta residencia que tenemos los lunes, una propuesta más enfocada en lo cultural. Hay una parte de cultura, pero también de crear comunidad, un espacio para demostrar qué se está haciendo dentro de este colectivo a nivel de música, poesía, conversatorios de temas de interés, de cosas que nos intersectan. Con las redes sociales, la comunicación ocurre muy rápido. Es importante tener un encuentro en donde hablar, en donde conocer a personas de tu mismo entorno, en un espacio que no tenga que ver con el salir de noche, como lo es un ámbito más de club.
Lo que realmente hace que Me Siento Extraña sea una comunidad fuerte es que todos sus miembros participan en su programación y actividades. Toda idea es bienvenida, porque de eso se trata el colectivo. “Maia y yo somos el corazoncito del proyecto, pero todo esto ha sido una construcción de muchas personas que han aportado muchísimas inquietudes e ideas. La idea es dar espacios a personas que normalmente no los tienen. El highlight de este proyecto es haber conocido a tantísima gente maravillosa en la comunidad. A través de eso se han creado muchas redes, han salido equipos de fútbol, de todo,” cuenta Verushka.
¿Me pueden contar un poco de ustedes? ¿Cómo se conocieron?
Maia: Yo crecí en un pueblo que está a 40 minutos de aquí, me fui de allí porque no me sentía entendida, estamos hablando de hace mucho tiempo. Cuando vivía en el pueblo no conocía a ninguna lesbiana, no me entendía ni a mí misma, no tenía referentes. Ahora sí que hay más visibilidad, pero igual sigue siendo más difícil en los pueblos, por eso es importante intentar conseguir una comunidad.
Verushka: Yo soy de Venezuela. La mayoría de mi vida tuve relaciones hetero, porque no sentía que tenía tantos referentes en mi entorno o personas con quien sentirme identificada, para explorar esta parte de mi sexualidad. No fue hasta relativamente poco, que en un lugar donde me siento más arropada a nivel de comunidad, he podido expresarme mucho más libremente con esto. Nosotras nos conocimos en Tinder, hace tres años y algo. A los 4 meses surgió MSE. Es un poco nuestro hije. Hay una parte que es muy bonita para nosotras como pareja, de tener este proyecto juntas.
¿Qué significa para ustedes crear un espacio seguro en sus eventos, y cómo lo implementan?
Maia: Bueno, en realidad no creemos en los espacios seguros, creemos en los espacios más seguros. Un espacio seguro es casi imposible conseguir, no puedes dominar y controlar todo, pero puedes hacer que sea un poquito más seguro. Desde el inicio de nuestros eventos, siempre hemos intentado tener protocolos, una forma de preparar la fiesta para que la gente sepa a quién puede recurrir si hay un problema. Nosotras siempre estamos muy pendientes, preguntando a la gente cómo se siente. Al conocer a la gente, también es más fácil que puedan venir a comentar cualquier cosa que les pase.
Desde diciembre del 2023, en los eventos de Me Siento Extraña se sumó la presencia de un awareness team. Un grupo de personas que, para su proyecto de investigación en sus estudios de género, se acercaron a MSE para explorar cómo crear espacios más seguros. El proyecto que resultó de esta colaboración se llama Safe(r) Amorx.
Maia: En Barcelona actualmente somos varios los colectivos queer que organizamos eventos en espacios autogestionados. Poco a poco vamos ocupando la gran escena club de la ciudad pero no es fácil habitar estos espacios más mainstream sin los cuidados necesarios como la implementación de protocolos específicos para cada uno de los eventos y contar con la compañía de un Awareness Team. A raíz de lo que hemos ido observando en los 3 años que llevamos con el colectivo, iniciamos conjuntamente con Annabel Huijberts, Camila Córdova y Claudia Noya, un proyecto llamado Safe Amorx. Ellas se dedican a los estudios de género y han puesto en marcha una investigación de las posibles incidencias y maneras de prevenir situaciones de riesgo dentro de los espacios que nosotres ocupamos.
Verushka: Crear un espacio seguro no es poner una figura de seguridad y dejar que con eso se resuelva todo. Una parte importante de la campaña de Safe(r) Amorx es entender que esto se trata de cómo te comportas en comunidad. El espacio más seguro lo creamos entre todes, siendo co-responsables con cómo nos relacionamos. Sé consciente tú también de cómo habitas estos espacios.
Este viernes 26 es el día de la visibilidad lésbica. Hoy en día, ¿cómo creen que está el tema aceptación de la comunidad queer en el mundo?
Maia: Ahora mismo está un poco mal en todo el mundo. Las derechas están en el poder, y hay mucha gente homófoba que se siente más segura de crear violencia, hay más impunidad. Hace una semana estuvimos en una manifestación para protestar por dos episodios de violencia contra personas trans acá en Barcelona. Hace poco también la DJ Kim Anne Foxman y su pareja sufrieron ataques en Berlín por ser lesbianas. Aquí la verdad, en Barcelona, igual vivimos un poco en una burbuja. En los ambientes queer en los que salgo me siento bien.
¿Tienen alguna anécdota o experiencia memorable en la que se dieron cuenta del rol que tenían en la comunidad?
Maia: Hay una mujer trans, que ahora es una querida amiga, nos contactó para contarnos su situación vital: “yo en mi casa ahora mismo no puedo salir del armario, pero me encantaría ir al espacio, no se si puedo ir y cambiarme allí.” Ahora viene siempre que puede y eso le da fuerza, conocer a más gente que ha pasado por lo mismo y sentirse menos sola.
Verushka: Es super importante para las personas queer no sentir que están viviendo una experiencia en soledad, sino que hay una comunidad que está ahí para nosotres y que nos respalda. Creo que es importante que todes entendamos que hay personas que necesitan tomar su tiempo para salir del armario completamente hasta sentirse más segures de explorar su vida en esta forma. Para nosotres es clave que MSE sea un espacio lo suficientemente cálido para que cada quien pueda ser quien es libremente. A mi me conmueve y me llena muchísimo el corazón cuando pasan situaciones así.
¿Qué tienen en mente para el futuro de MSE? ¿Hay algún proyecto nuevo?
Verushka: Así como de orgánico que ha surgido del proyecto, este año tenemos muchos planes y propuestas super lindas. Parte de lo que queremos hacer es ocupar espacios que normalmente estaban ocupados por otro tipo de público, programación y artistas. Nos encantaría llevar el proyecto a otros lugares.
Maia: Buscamos juntarnos con otros colectivos, movernos por sitios donde se hagan cosas parecidas y crear una red como la que tenemos aquí en Barcelona. La idea también es empezar a hacer fiestas más de noche, armar espacios más seguros en el mundo del club, y teniendo como protagonistas gente FLINTA*. La escena del club en Barcelona nos está empezando a escuchar, y nos están preguntando qué necesitamos para crear espacios más seguros lo cual es un gran cambio de paradigma sobre lo que es el salir de noche.
Es así que el sábado 27 de abril, MSE organiza una fiesta en Sala Upload, en Barcelona. Es su fiesta número 11 de las que hacen fuera de la residencia los lunes. Tienen dos invitadxs internacionales: Anaco que viene de Francia, y MDSM de Berlín. Conjuntamente con Verushka y La Rage como DJs, y Soft Karaoke con Maia. Además, habrá una performance de una compañía de danza llamada Skin Signals, y live visuals con Eliza.
Puedes comprar tickets aquí.
Verushka: Las cosas van cambiando poco a poco, pero van cambiando. Yo creo que lo máximo sería tanto desde nuestro colectivo como otros en Barcelona, estar todos programando escenarios y festivales grandes. Yo creo que ese sería un mega goal en la vida. Llenar espacios tan grandes de lineups FLINTA* con buenas condiciones. Esto es parte de lo que queremos crear, que todos se animen a escribirnos. Estamos super abiertas y nos encanta escuchar nuevas propuestas. En un espacio de todes, que lo construimos entre todes.
